Represión y violencia dejan cruenta jornada en Irak
BAGDAD. AFP. Irak vivió este jueves una de las jornadas más sangrientas en dos meses de protestas contra el poder, con la muerte de 37 manifestantes, principalmente en el sur, donde los protestantes prendieron fuego a edificios públicos.
La sangrienta represión de las fuerzas del orden contra los manifestantes llevó al primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi, a destituir al comandante militar que había nombrado pocas horas antes para restablecer el orden en Nayaf, donde el consulado de Irán fue pasto de las llamas.
La ciudad, que es un símbolo histórico de las luchas sociales en el país, estaba bajo toque de queda rodeada por las fuerzas de seguridad.
Desde el inicio del movimiento, el 1.° de octubre, ha habido cerca de 390 muertos y unos 15.000 heridos, según un saldo elaborado por la AFP a partir de fuentes médicas y policiales.
El sonido de disparos desde primeras horas de la mañana no cesaba en Nasiriya, donde las fuerzas de seguridad tratan de poner fin a la desobediencia civil y recuperar dos puentes que los manifestantes ocupan desde hace cuatro días.
Combatientes tribales cortaron la carretera que une a Bagdad, para impedir la llegada de refuerzos policiales o militares.
En Nasiriya, de donde es oriundo el primer ministro, 25 manifestantes murieron oficialmente y más de 250 resultaron heridos en solo unas horas, según fuentes médicas.
El gobernador de esa región decidió dimitir este jueves por la noche.
Mostrando que no tienen miedo de la represión, miles de personas desafiaron el toque de queda y desfilaron en un cortejo fúnebre para enterrar a los muertos.