‘Guima’ logra uno de los boletos más valiosos de su vida
››Timonel costarricense disputará la final del fútbol colombiano
Con el estadio Pascual Guerrero a reventar, sin derecho a un desaire, con la ilusión de una afición que ha esperado once años el regreso a una final, Alexandre Guimaraes y el América de Cali sellaron el boleto a la disputa del título en Colombia.
Atrás queda un torneo nada fácil para el tico. Empezó batallando contra las dudas sobre su capacidad. “Nos tocó trabajar calladitos y demostrar”. Continuó encarando los fantasmas de anteriores torneos. Evadió las críticas de quienes lo llamaron defensivo. “Hoy están abrazados celebrando esta clasificación”. Echó mano a su experiencia para ganarle al triunfalismo de la afición en este cierre de torneo.
Esa batalla aún no termina de darla y lo recuerda recién finalizado el juego que le dio la clasificación, el 2 a 0 sobre Santa Fe. “Aún nos falta”, recuerda Guimaraes, en una conferencia de prensa en la que uno tras otro cada periodista inició su intervención con un “lo felicito”. Lo felicito por el logro, lo felicito por el trato...
No le fue sencillo llegar a tantas felicitaciones. Si al inicio de temporada reinaban las dudas sobre un técnico venido de un país de la Concacaf —una duda razonable, según el propio Guimaraes— ahora son las altas emociones las que amenazan la cordura.
Ante unos 40 mil aficionados de dientes apretados, el América supo librar una batalla más física que técnica, muy táctica, de pelota dividida, de músculo y garra.
El triunfo, forjado con insistencia y casi 70 minutos de lucha por la apertura del marcador, le permitió al América conservar el primer de la cuadrangular B y sellar el boleto a la final contra el Junior de Barranquilla, ganador de la cuadrangular A.
Los goles de Matías Pisano, en el 68’, y de Michael Rangel, en el 73’ —con un tanto anulado al Santa Fe en medio de ambos festejos—, trajeron sosiego a un equipo que llegó al cierre de la segunda fase con apenas un punto de ventaja sobre su rival de turno.
“Las 40 mil personas y nosotros terminamos agarrados de la mano para sacar el resultado”, reconoció el técnico, en una conferencia que pasó por los cuestionamientos pasados y los festejos presentes.
“Tan malo no soy”, expresó sonriente Guimaraes, justo antes de dar el crédito al convencimiento de los jugadores y el respaldo de los dirigentes en los momentos difíciles, que lo tienen a punto de la disputa del título, con inicio de visita, el domingo en Barranquilla (5 p. m.), y final una semana después en Cali.