Regresó el León al Morera
La Liga deja atrás las dificultades en casa y derrota contundentemente a San Carlos
Alajuelense llegó donde la ilusión roza el éxtasis. El cuadro manudo consiguió su pase a la final de la segunda ronda del Apertura 2019 con lo que se puso frente a la gloria, porque está a una serie de conseguir el cetro. Los erizos eliminaron al actual monarca, San Carlos, al vencerlo 3 a 0.
La Liga dejó atrás las definiciones contra el reloj, también evitó las ansias en su afición. Por el contrario, el equipo se consolidó como un plantel sólido, claro en su idea de juego y con una buena efectividad frente al marco rival, al punto de que goleó y enamoró más a los suyos.
No se había cumplido el primer minuto y ya los manudos consiguieron anunciarse, cuando Ariel Lassiter falló en la línea de gol, no obstante en 15 minutos dos ocasiones más llegaron y en el ambiente el grito de gol se murmuraba.
Marco Ureña fue el encargado de abrir el marcador. El mundialista de 2014 y 2018 vivió una noche mágica, porque fue la clave para ganar el duelo. La insistencia, velocidad y potencia del erizo enloquecieron a los zagueros norteños.
Rudy Dawson le dio en bandeja el primer tanto a Marco. En el segundo, una pésima marca de Carlos Acosta le permitió al alajuelense marcar; y en el tercero Fernando Brenes vio como la velocidad del ‘12’ lo venció por la banda, en una corrida que terminaría en asistencia.
La Liga, en la vuelta de la semifinal, consiguió ser el equipo arrollador que inició este certamen. Creó, controló al contrincante y ganó de forma convincente. En el campo de juego, los dirigidos por Andrés Carevic aclararon que llegan claros y fuertes a la etapa definitoria.
Los piques de Lassiter y Ureña son verdaderas balas para el rival; con un Alex López afinado que se encarga de direccionarlas y ponerlas de cara al marco.
Las subidas de José Salvatierra y Christopher Meneses también son vitales, ya que hacen que el ataque liguista pase de tener cuatro hombres a acumular seis.
De hecho, Salvatierra recuperó un balón en salida de San Carlos y habilitó a Marco Ureña en el 2 a 0.
A tiempo. Uno que también da una seguridad excepcional es Adonis Pineda. El arquero brilló cuando su equipo más lo necesitó y evitó cualquier complicación.
El guardavallas le dijo no a Álvaro Saborío, también le quitó el gol a Mynor Escoe y no se dejó sorprender por Esteban Ramírez. El portero fue brillante.
Con cada acción de su guardián, Carevic aplaudió, celebró y cerró sus puños en señal de victoria.
El cotejo fue controlado de inicio a fin por los manudos; así no corrieron riesgos de cara a los encuentros restantes. Alex López se mostró con molestias musculares, el estra tega rojinegro le preguntó s quería continuar y el catracho prefirió guardar descanso.
El cierre del partido fue una locura, la afición coreó y aplau dió a los jugadores locales, e olé apareció y Alajuelense se dedicó a administrar fuerzas porque viene lo más difícil.
La euforia fue tal que pocos notaron los últimos minutos de Álvaro Saborío en un terre no de juego: el ariete se arrodi lló y con mirada seria se retiró del campo. No iba feliz, tam poco conforme con el que fue su último partido como profe sional, según sus propias pala bras, porque había anunciado que era su último torneo.
Lo conseguido por el equipo de Carevic revivió la ilusión li guista.
El león ve la gloria de fren te, la tiene a su nivel, si gusta la puede tocar con una mano solo tiene que sortear un riva más, dejar atrás un obstáculo más.
Andrés Carevic, técnico ganador de la primera semifinal del Apertura 2019, mantuvo su bajo perfil: no considera que envió un mensaje al eliminar contundentemente a San Carlos y solo se centra en que su equipo ofenda al rival pero con respeto. Por su parte, Luis Marín, técnico del eliminado San Carlos, fue claro en la autocrítica a los suyos.
Carevic, como ha sido la constante en el certamen, no entró en polémicas. Desde su lado siempre hay declaraciones mesuradas y analizadas, en las que no se critica al árbitro, tampoco al rival, ni se ensalza a su equipo. Por el contrario, siempre desarrolla un verbo de bajo perfil.
“No es ninguna señal para ningún equipo, lo importante es lo que hagamos nosotros y que lo hagamos bien. Nosotros buscaremos el resultado, queremos buscar el resultado ofendiendo al rival pero con el respeto que tenemos de siempre”, aseguró.
El entrenador argentino tampoco quiso poner una figura encima de las demás, al punto que prefirió resaltar el trabajo colectivo sobre el buen rendimiento que mostró Marco Ureña en el partido de vuelta.
“Es cierto que Marco hizo un buen juego y marcó, pero yo prefiero resaltar lo que hizo todo el equipo, realmente. Felicitar a los jugadores por el gran esfuerzo y partido, acá lo importante es ganar y jugar en equipo”, sentenció.
La acera del frente. Por su parte, Luis Marín no escondió su molestia por los errores de su equipo en el cotejo, también aceptó que el actual monarca fue inconstante en el campeonato.
“El equipo podía dar más. No fue malo, pero creo que el equipo pudo haber dado más. Nosotros estábamos buscando algo más, no quedar afuera así”, declaró.
“Fueron errores de los muchachos. Es difícil porque no son errores de funcionamiento o que el equipo está mal entrenado”, finalizó.