Gobierno renegociará tarifas del megapuerto
››Gobierno busca lograr acuerdo en 3 meses; contrato prevé alargar concesión o frenar obras
Bastaron los primeros 10 meses de operaciones de la Terminal de Contenedores de Moín (TCM) para que el Estado llamara a la empresa APM Terminals a renegociar el contrato de concesión firmado en 2011.
En ese proceso de diálogo, que iniciará el próximo mes de enero, el Gobierno espera lograr un acuerdo en un plazo de tres meses para que la firma portuaria reduzca las tarifas que cobra a exportadores e importadores nacionales.
No será una labor sencilla, pues el cálculo tarifario, estipulado en el mismo contrato de concesión, responde por la inversión realizada por APM Terminals en Limón.
En un inicio, la firma holandesa invirtió cerca de $700 millones para levantar una isla artificial en Moín y construir ahí el megapuerto. Adicionalmente, construirá dos fases más que terminarán por valorar la obra portuaria en $1.000 millones.
Para que APM Terminals mantenga su retorno de inversión y asegure ganancias por su operación –motivo por el cual hizo negocios con Costa Rica–, el Estado tendrá que ceder en uno o varios puntos inicialmente acordados.
El propio contrato define las variables para una renegociación: ampliar el plazo de la concesión, modificar el cronograma de siguientes inversiones, reducir el canon que la empresa transfiere para el desarrollo de Limón, o bien que el Estado construya obras adicionales, invierta en equipamiento de la terminal o realice depósitos de dinero a favor de la concesionaria.
También el contrato establece la posibilidad de que, en caso de una renegociación de este tipo, se permita hacer una combinación de variables para conseguir un nuevo acuerdo.
A modo de ejemplo, se podría ampliar el plazo de la concesión y, a la vez, postergar obras previstas según parámetros de demanda.
‘Esto es un nudo’. El ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez, reconoció que para reducir las tarifas no habrá más alternativa que renegociar el contrato.
Fue el mismo presidente de la República, Carlos Alvarado, quien le planteó esa necesidad, atendiendo a los constantes reclamos del sector empresarial.
“Hablamos de desatar nudos (...), diay, esto es un nudo. Se nos comprometió de la forma en que se nos comprometió y ahora nos toca desatar ese nudo, porque ciertamente las empresas exportadoras, sobre todo las de fruta, sienten un peso importante por el costo de las tarifas”, afirmó Méndez, quien liderará las negociaciones con la firma holandesa.
Antes del megapuerto, la atención de los exportadores e importadores en el Caribe estaba a cargo de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), la cual cobraba $160 por carga o descarga de un contenedor. En la TCM el servicio cuesta $261,62 (o sea, $101,62 más).
Por ejemplo, si un exportador piñero necesita cargar a la nave 10 contenedores, ahora paga cerca de $1.000 más. No obstante, entrar a comparar las tarifas entre un puerto y otro es una labor casi imposible, pues la calidad del servicio es muy distinta y eso también se traduce en los costos finales.
De hecho, la entrada en funcionamiento de la TCM se trajo abajo algunos sobrepagos que antes asumían los empresarios en Japdeva por la baja eficiencia del muelle público.
Por ejemplo, las embarcaciones dejaron de pasar horas esperando en bahía por su turno. Ese tiempo se traducía en mayores costos que cobraban las navieras a los exportadores, quienes también debían asumir los gastos para mantener refrigeradas sus mercancías, entre otros servicios.
Aún así, los empresarios insisten en que el megapuerto dejó un saldo negativo en sus números. Por eso presionaron ante el presidente Alvarado para pedir una rebaja de las tarifas.
De acuerdo con Rodrigo Segura, vicepresidente de la Cámara de Comercio Exterior (Crecex), esos sobrecostos en la logística le restan competitividad al país, además de que encarecen productos y entorpecen la generación de empleo dentro de las empresas exportadoras.
“Muchas de las importaciones que hacemos como país se utilizan como materia prima para exportación, como el material de empaque. Entonces,
“NOS TOCA DESATAR ESE NUDO, PORQUE CIERTAMENTE LAS EMPRESAS EXPORTADORAS, SOBRE TODO LAS DE FRUTA, SIENTEN UN PESO IMPORTANTE POR EL COSTO DE LAS TARIFAS”. Rodolfo Méndez Ministro del MOPT
“SI SE ENCARECE LA IMPORTACIÓN, SE ENCARECE LA EXPORTACIÓN, SE ENCARECEN LOS COSTOS Y ESTO AFECTA MUCHO A LA COMPETITIVIDAD”. Rodrigo Segura Vicepresidente de Crecex
si se encarece la importación, se encarece la exportación, se encarecen los costos y esto afecta mucho a la competitividad”, señaló Segura.