Vendedores añoran los ‘viejos tiempos’

Los tiempos en las fiestas de Zapote no son los mismos en su 50 aniversario, admiten los vendedores.

Sin embargo, la tradición mantiene vivo el negocio en los chinamos y los juegos mecánicos que, cada fin de año, llenan el campo ferial del distrito josefino.

Emil Antonio Urbina, supervisor de la empresa de atracciones Play Land Park, puede dar fe de ello, pues ha trabajado durante 28 años en estos festejos.

“Este año ha estado muy bueno. Ha estado viniendo mucha gente. Cuando yo vine por primera vez, la feria se abría a las 8 a. m. y hasta las 5 a. m. se quedaba la gente. Ahora abrimos a la 1 p. m., y al principio no hay gente. Pero se sigue manteniendo, el público viene, más que todo, desde las 7 p. m. hasta la medianoche”, indicó Urbina este domingo.

Elizabeth Gómez, vendedora de golosinas desde hace 19 años, también recuerda los años de mayor afluencia en Zapote. “Llegaba uno desde la mañana y ya no se podía ni caminar”, relató Gómez.

Aunque los años pasan, algunas familias no pierden la tradición de asistir a estas fiestas.

Tal es el caso de Xinia y Olga Guerrero, hermanas que asistieron al redondel, la tarde de este domingo.

“Venimos desde siempre, desde que estábamos carajillas”, contó Xinia.

Su visita a Zapote se sigue dando no solo por la época, sino porque así celebran el cumpleaños de Olga, cada 29 de diciembre.

Empero, la asistencia ha bajado en tiempos recientes y eso se manifiesta incluso en las populares corridas de toros.

“Ha disminuido mucho la (afluencia de) gente. El año pasado estuvo igual de malo, pero hay que seguirla pellejeando”, sostuvo la revendedora Rosibel García.