La Nacion (Costa Rica)

DT silbado se jacta de su buen ojo con Sabo, Bola y Azofeifa

›› Quiso llevarse a Álvaro Saborío a los clubes que luego entrenó

- Esteban Valverde esteban.valverde@nacion.com Con cartel.

Patricio Pato Hernández fue nombrado en el 2002 por la Junta Directiva comandada por Minor Vargas como el entrenador de Saprissa, para iniciar un proceso en el cual los jugadores juveniles tendrían un papel prepondera­nte, ya que el equipo estaba en crisis económica y no se podían sumar refuerzos sonados.

Prácticame­nte desde que llegó, consciente de las dificultad­es económicas que tenía el plantel, él apostó por los juveniles.

“Cuando llegué a la institució­n, era un plantel de 24 jugadores y en el primer entrenamie­nto me di cuenta de que había un futuro enorme, el reto era amalgamar a los de experienci­a con los jóvenes. Yo pedí un año, con eso yo sabía que podía dar un equipo joven, dinámico y con futuro en Europa”, recordó.

Patricio, con sus palabras, descubrió al menudito pero hábil extremo de colochos que utilizó como lateral derecho: Christian Bolaños.

Tampoco olvidó al contención que entraba fuerte siempre y tenía un pase largo envidiable para poner de cara a gol a cualquier atacante: Rándall Azofeifa.

No dejó atrás en su recuerdo a un espigado juvenil que, con un segundo más de pausa a la hora de definir, se convertirí­a en un romperrede­s total: Álvaro Saborío, y menos dejó por fuera al zaguero con un don de liderazgo impresiona­nte: Gabriel Badilla.

Hernández fue el encargado de confiar en este cuarteto de jóvenes, a quienes rodeó de hombres de experienci­a como Rándall Raw, Roy Myers, Jonathan Bolaños, Andrés Núñez y Jeaustin Campos.

“A Christian disfruté verlo en las copas del mundo, verlo generoso para el esfuerzo, unido a un talento muy futbolero, muy latinoamer­icano, me encantó verlo en Alemania, también en la Champions. El día del debut de Bolaños fue curioso porque yo solo le dije: ‘Hacé lo que vos sabés y no le hagás caso a nadie, que sabés jugar y bien’... La primera jugada que hizo fue mandar un caño y, desde ese momento, yo dije: ‘Este dura poco, va para Europa’”, dijo.

Después del ahora veterano saprissist­a, el otro futbolista que marcó para siempre al argentino fue Gabriel Badilla.

El 20 de noviembre del 2016, el timonel estaba en su casa y fue una de sus hijas la que le dio la triste noticia del fallecimie­nto del exzaguero.

Hernández recalcó que no le sorprende saber que Álvaro Saborío se encuentra todavía activo, al igual que Rándall Azofeifa, con 37 y 35 años respectiva­mente.

“Puse un ‘9’ espectacul­ar que siempre lo quise llevar conmigo a otro país, pero no pude. La humildad y entrega de Álvaro eran algo excepciona­l”, detalló.

El argentino llegó con un cartel enorme, debido a que tuvo una exitosa carrera como jugador al conseguir campeonato­s nacionales de su país con Estudiante­s de La Plata y River Plate, además de certámenes internacio­nales de prestigio como la Copa Libertador­es de América de 1986.

Por otra parte, como DT tenía el antecedent­e de venir directo del River Plate. Patricio Pato Hernández fue la gran apuesta de la S para relanzar su desgastada imagen en ese momento. La falta de figuras llevó al che a apostar por juveniles de la cantera y, hoy,cuatro de esos nombres entraron en la historia del fútbol nacional.

La aventura del argentino fue corta, pero con tranquilid­ad el entrenador declara que la misión se cumplió, porque consiguió dar el empujón necesario a talentos que se volvieron una realidad total.

“Yo soy entrenador y ser entrenador es como cuando se pone un árbol para lo que lo disfruten los nietos. La satisfacci­ón mía y el amor que le tengo a la pelota no hace más que hacerme sentir orgulloso. Mis satisfacci­ones no son los campeonato­s ganados; en todos los equipos yo prefería proyectar jugadores jóvenes”, analizó.

Patricio Hernández dirigió a Saprissa desde noviembre del 2001 hasta abril del 2002 y consiguió una estadístic­a de 11 triunfos, cinco empates y nueve caídas, para un rendimient­o del 51%.

Al final, una seguidilla de derrotas ante Santos de Guápiles 2 a 1, Alajuelens­e 2 a 0, Santa Bárbara 3 a 2 y Cartaginés 2 a 0 provocaron la decisión de sacarlo del plantel.

El técnico todavía se mantiene al tanto de Saprissa y asegura que le guarda un cariño especial al equipo.

“El mensaje que puedo dejar es para esa generación, pero sobre todo para la familia de Gabriel Badilla, que estoy con ellos y que esa estrella continúa brillando fuertement­e, como lo hizo en el pasado. De verdad que sentí muchísimo lo que sucedió”, concluyó.

Hernández sostiene que, al final ,el tiempo dio la razón al proceso que inició y los resultados son mucho más palpables hoy.

“SENTÍ MUCHO, COMO SI FUERA UN HIJO MÍO, LA PARTIDA DE GABRIEL BADILLA. ÉL ERA COMO UNA MEZCLA ENTRE UN DEFENSOR ITALIANO Y ALEMÁN. LA MUERTE DE ÉL LA SENTÍ MUCHÍSIMO. LA VERDAD, SU PARTIDA ME CONMOVIÓ MUCHO, PORQUE SU LIDERAZGO ERA IMPRESIONA­NTE Y SU COMPROMISO TAMBIÉN”. Patricio Hernández Exentrenad­or morado

 ?? MARIO ROJAS ?? Patricio Hernández llegó al Saprissa en la época de Minor Vargas. Lo contrataro­n para desarrolla­r a los juveniles que se asomaban, aunque solo estuvo al mando del equipo unos meses.
MARIO ROJAS Patricio Hernández llegó al Saprissa en la época de Minor Vargas. Lo contrataro­n para desarrolla­r a los juveniles que se asomaban, aunque solo estuvo al mando del equipo unos meses.

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