Preocupación rondó entrega de los resultados en primarias de Iowa
Dirigente demócrata achacó la demora a ‘control de calidad’
La preocupación por el retraso en la entrega de los resultados marcó la primera votación interna demócrata, la cual se llevó a cabo la noche de este lunes en el estado de Iowa.
La directora de Comunicaciones del Partido Demócrata, Mandy McClure, afirmó cerca de las 10:15 p. m. (hora en Costa Rica) que la demora se debía a “control de calidad”.
“La integridad de los resultados es primordial. Hemos experimentado un retraso en los resultados debido a los controles de calidad. Alrededor de 25% de los recintos electorales dieron su información”, dijo McClure, citada por la cadena de televisión NBC.
Según una fuente cercana al mismo canal de noticias, la aplicación que se utilizó para registrar los votos no funcionó y la línea telefónica de respaldo resultó “un desastre”, dijo una fuente familiarizada con el proceso, quien agregó que todas las campañas participaron en una sesión informativa sobre la situación anoche.
Ante la impaciencia por conocer los porcentajes de apoyo preliminares, los candidatos empezaron a pronunciar discursos para intentar calmar las ansias de sus seguidores.
Los dos aspirantes favoritos, el senador de extrema izquierda Bernie Sanders y el exvicepresidente moderado Joe Biden, se enfrentaron en una prueba clave en un estado escasamente poblado en los llamados caucus, o asambleas de electores organizadas en unas 1.700 locaciones, escuelas, iglesias o gimnasios.
En un año electoral típico, Iowa absorbe toda la atención política del país. Pero exactamente nueve meses antes de las presidenciales del 3 de noviembre, este ciclo electoral es todo menos normal, eclipsado por el proceso de destitución de Trump, que se espera culmine a mediados de esta semana con la absolución del magnate inmobiliario en el Senado, donde los republicanos son mayoría.
A Sanders, de 78 años y derrotado en Iowa por Hillary Clinton hace cuatro años, y Biden, otro septuagenario blanco y veterano de la política de Washington, le siguen en intención de voto el joven exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg, otro centrista, y la senadora progresista de Massachusetts Elizabeth Warren.
De los 1.991 delegados necesarios para ganar la nominación presidencial demócrata, solo 41 están en juego en Iowa, pero la votación en este pequeño estado rural ofrece una idea de la viabilidad de los 11 contendientes aún en liza.
Antes de la votación, Biden llevó pizza a una oficina local en un centro comercial cerca de Des Moines para agradecer a los voluntarios. “Tengo un buen sentimiento sobre hoy”, dijo, antes de ponerse gafas de sol y dirigirse a los voluntarios.
La senadora por Minesota Amy Klobuchar y el empresario Andrew Yang, en quinto y sexto lugar, esperaban superar las expectativas y aprovechar el impulso de Iowa para la próxima primaria, en New Hampshire el 11 de febrero.
Campaña atípica. El caucus republicano también tendrá lugar en Iowa este lunes, pero con mucho menos suspenso. Aunque dos candidatos se postulan contra Trump, Joe Walsh y Bill Weld, es poco probable que derroten al mandatario, que tiene el apoyo oficial del partido y una gran popularidad entre su base de votantes.
Trump será seguramente confirmado como el candidato republicano en la convención nacional del partido del 24 al 27 de agosto en Charlotte, Carolina del Norte, pero aún así sus dos hijos, Donald Junior y Eric, estaban en Iowa haciendo campaña.
El presidente no se ha quedado de brazos cruzados. El domingo calificó a Biden de “Dormido Joe” y describió a Sanders como “un comunista”, anticipando una probable línea de ataque si Sanders gana la nominación.
Lo que ocurra en Iowa probablemente reducirá aún más el campo demócrata, al dar los primeros resultados verificables de una carrera que culminará del 13 al 16 de julio en la convención del partido en Milwaukee, Wisconsin.
En Iowa, donde por primera vez habrá caucus en español, uno de cada cuatro electores potenciales son latinos, señaló la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (Lulac). Un récord de 32 millones de latinos estarán habilitados para votar en noviembre, superando por primera vez en número a los electores negros, según el centro de investigaciones Pew.
Sanders lo sabe y el marcado guiño al voto latino de su campaña se espera fundamental en Iowa y el resto del país.
A diferencia de la votación secreta, los asistentes a estas asambleas declaran públicamente su opción. Los candidatos que logran el 15% de apoyo ganan delegados para la carrera de nominación, mientras que los partidarios de los candidatos que se quedan cortos pueden virar su apoyo a otros.
La participación es crítica, y los candidatos y sus representantes buscarán persuadir a los votantes sobre temas recurrentes en el más de un año de campaña, y presentes en los siete debates televisados realizados hasta ahora: la atención médica, los impuestos y el fin de la corrupción en Washington.
Un importante candidato demócrata que prefirió no competir en Iowa es el multimillonario Michael Bloomberg, quien ingresó a la carrera en noviembre y está cuarto a nivel nacional en los sondeos.