Unión Europea y Reino Unido chocan sobre su futura relación comercial
La pesca y el evitar la competencia desleal se alistaron este lunes como los principales escollos de la negociación sobre la futura relación posbrexit, especialmente comercial, que el Reino Unido y la Unión Europea (UE) esperan ultimar para finales de año.
Tres días después del histórico divorcio, el primer ministro británico, Boris Johnson, y el negociador europeo, Michel Barnier, desvelaron este lunes sus planes y sus líneas rojas para la futura negociación, que podría empezar en marzo.
“Estamos dispuestos a ofrecer un acuerdo comercial muy ambicioso como pilar central de esta asociación, que incluye aranceles cero”, dijo en conferencia de prensa, en Bruselas, Barnier, quien reiteró la necesidad de un acceso de los pesqueros a aguas británicas.
La Unión Europea quiere evitar, además, la aparición de una economía desrregulada a sus puertas que goce de “ventajas competitivas injustas”, por lo que propone crear un “mecanismo para mantener los altos niveles” laborales, fiscales, ambientales y de ayudas de Estado.
Ante una negociación que se anuncia ya tensa, el plazo previsto para cerrarla no ayuda. Ambas partes quieren un acuerdo para fines de año lo que, en la práctica, supone contar con ocho meses para unas discusiones que suelen tomar años.
En paralelo al acuerdo de divorcio, el Reino Unido y los 27 países del bloque rubricaron una declaración política sobre la futura relación, que fija el nivel de ambición, pero que ya es objeto de roces entre ambos.
La declaración vincula, por ejemplo, los compromisos sobre una competencia leal a la
“profundidad de las relaciones futuras” y fija el 1.° de julio como plazo máximo para ratificar un acuerdo pesquero, otro posible escollo de la negociación.
El negociador europeo consideró así “indisociable” de la negociación comercial un acuerdo sobre la pesca. El sector pesquero de ocho países de la UE es de hecho muy dependiente de las aguas británicas ricas en peces.