Figueroa jugó sin problemas en Honduras
Henry Figueroa es sujeto de estudio en Costa Rica por la Comisión Nacional Antidopaje (Conad), por lo ocurrido el 8 de diciembre, pero no hubo ninguna traba para que llegara a Honduras el pase internacional, el cual lo dejó habilitado.
Después de ocho semanas sin jugar, el exdefensor de Liga Deportiva Alajuelense sumó el domingo sus primeros minutos con su nuevo club, el Marathón.
“El deportista mientras no se demuestre lo contrario, está apegado al principio de inocencia”, había indicado a La Nación el presidente de la Conad, Juan Carlos Baldizón, el pasado 23 de enero, cuando explicó ampliamente por qué ese órgano intervino en el caso de Figueroa y asumió de inmediato los controles antidopaje en el fútbol, tanto dentro como fuera de competencia.
Baldizón había adelantado que mientras tanto, Figueroa no tendría ningún problema en jugar, porque el fútbol es su trabajo.
El caso se remonta al pasado 8 de diciembre. Al concluir el juego de vuelta de la fase final entre Alajuelense y Herediano, el hondureño debía ir al control antidopaje.
Figueroa fue al camerino del Morera Soto acondicionado para ese procedimiento y estando ahí recibió una llamada en la que le avisaron que había muerto su madre.
Según contó el presidente de la Comisión Antidopaje de la Fedefútbol, Eduardo Alfaro, el futbolista se descompensó y lloraba desconsolado. Le indicaron que pusiera el celular en altavoz y ante lo que pasaba, ellos optaron por dejarlo ir, sin practicarle el control.
Horas después se dijo que no había fallecido la mamá, sino su abuela, a quien él veía como una madre. Al final, ningún familiar murió.
En la Liga lo autorizaron para que viajara a Honduras, pero se tomó más del tiempo permitido y su contrato fue rescindido.