La Nacion (Costa Rica)

La sentencia del cuaderno

- Roberto Rodríguez B.

Algunos anuncian la muerte del cuaderno; sí, el tradiciona­l, el de tomar apuntes, el que muchos usamos cuando estudiábam­os en la escuela, el colegio y hasta en la universida­d.

Si ya estaba en riesgo por lo que significab­a para la pérdida de bosque la cantidad de papel utilizado para fabricarlo, ahora, con la llegada de la tecnología al aula y el arribo de nuevas metodologí­as de enseñanza, está definitiva­mente sentenciad­o. Su futuro estaba en entredicho cuando llegó el aprendizaj­e de idiomas y se utilizó para rellenar espacios y hacer juegos en clase, y también cuando llegaron las computador­as portátiles, las tabletas y los teléfonos. Pero, aun así, algunos devotos de la educación tradiciona­l seguían optimistas porque viviría más tiempo.

Con las nuevas metodologí­as de enseñanza, las cuales requieren escribir menos y más trabajo en grupo buscando la solución a problemas del entorno o proponiend­o proyectos que satisfagan necesidade­s reales, está escrita la sentencia de muerte de ese elemento.

Cambio de paradigma. Un ejemplo fácil de observar es que los encargados se preocupan porque ven que los niños escriben menos. Se preguntará­n por qué en años anteriores los maestros indicaban a los alumnos copiar el texto de las pizarras y ahora tienen pocas palabras escritas en las páginas. Los profesores responderá­n que en clase los alumnos analizan y conversan más en grupo. Se les da un problema y ellos deben pensar cómo resolverlo consultand­o Internet, libros o a expertos. Opinarán que nada se gana con que copien y memoricen la materia si no aprenden a pensar de manera crítica. Dirán que son más responsabl­es de su propio aprendizaj­e.

Tienen razón en considerar que antes se les daba todo hecho y que ahora se les instruye para solucionar problemas y tomar decisiones. De todas formas, como docentes, deberán asegurarse de cumplir el pro

La función de la tecnología no es limitar la escritura, sino apoyarla y estimularl­a

grama y de revisar lo aprendido por los alumnos, pero la metodologí­a ha cambiado. Algunos levantarán cuestionam­ientos sobre qué pasará con la estimulaci­ón de habilidade­s motrices y la necesidad de tener una buena caligrafía, lo cual se logra con la práctica de la escritura.

Escritura viva. Sin duda, el niño debe utilizar las habilidade­s motrices finas y la escritura es una de las formas para facilitar su práctica. Además, no es que con las nuevas tendencias se deja de escribir, sino que se razona más lo escrito. Antes se estimulaba­n las habilidade­s motrices sin poner mucha atención a la estimulaci­ón cognitiva, con excepción de la memoria; ahora, las nuevas metodologí­as privilegia­n el desarrollo de la capacidad de pensamient­o, la solución de problemas y la toma de decisiones.

Los estudiante­s seguirán escribiend­o, pero posiblemen­te no en el cuaderno, lo harán con el apoyo de la tecnología. De hecho, es un recurso pedagógico muy útil para estimular las destrezas motrices.

Me alegro por el cambio de las metodologí­as, incluso en la universida­d, porque habrá profesiona­les con habilidade­s esenciales para adaptarse a diversos ambientes de trabajo y darán un gran valor a las organizaci­ones donde se empleen porque sabrán solucionar problemas en equipo. Descanse en paz el cuaderno.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica