Gerente de Guadalupe insultó a los árbitros
Castigado 5 partidos y multa de ¢325.000
El gerente deportivo de Guadalupe FC, Robert Garbanzo, insultó a los árbitros una vez finalizado el partido entre el equipo josefino y el Herediano, por lo que fue sancionado con cinco juegos de suspensión y ¢325.000 de multa, pero sus palabras fueron similares a las que le costaron una sanción de 10 encuentros a Jafet Soto.
Los hechos que reportó el silbatero Benjamín Pineda se dieron al finalizar el encuentro entre florenses y guadalupanos, cuando se encontraban en la zona de camerinos, según explica el informe arbitral del cual La Nación tiene una copia.
Pineda reportó en su informe los siguientes insultos, los cuales achacó a Garbanzo: “Ladrones de m..., no jodás, pendejos, no le tengan miedo a Heredia solo porque tienen plata, aquí también pagamos cualquier multa, hijuep... malp..., son unos cagones”.
Los cinco partidos de suspensión a Garbanzo se dividen en uno por desaprobar decisiones arbitrales mediante gestos y ademanes, tres por insultar al árbitro y uno por ingresar al terreno de juego una vez expulsado, según el reporte del Comité Disciplinario que envió la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol).
A Garbanzo se le aplicó la sanción con base en los artículos 36 y 38 del Reglamento Disciplinario de la Fedefútbol, los cuales hablan de faltas leves y faltas muy graves durante un partido.
En el caso de Jafet Soto, la sanción fue de 10 encuentros y una multa de ¢500.000 por insultar al medio tiempo al árbitro Allen Quirós, pero al florense se le aplicó el artículo 48 que habla de coacción.
“Al finalizar el primer tiempo en la zona de camerinos estaba esperándonos el señor Jafet Soto Molina de manera vulgar, ofensiva, amenazante, soez, comenzó a gritarnos diciendo: ‘Sos un maricón, no sirven para nada, siempre es la misma m... con vos, reporten lo que les dé la gana, son una mi... como todos los h... árbitros de aquí, reporten lo que les dé la gana que para eso yo pago”, escribió Allen Quirós en el informe arbitral.
Las mayores diferencias entre una sanción y otra es que Soto está inscrito como delegado de campo y es gerente general del Team, mientras que Garbanzo es solo gerente deportivo.
Además, lo sucedido con Jafet se dio al medio tiempo, mientras que lo de Robert ocurrió al finalizar el compromiso.
Al igual que a Jafet, a Robert Garbanzo le advirtieron de que tiene prohibido ingresar y permanecer en el terreno de juego y áreas adyacentes, incluida la zona de camerinos, por lo que deberá ubicarse en las áreas designadas para expulsados mientras cumple la sanción.
Garbanzo tendrá que purgar el castigo en los partidos ante Pérez Zeledón (visita), Grecia (casa), Alajuelense (visita), Jicaral (visita) y Cartaginés (casa).
Quienes admiramos el fútbol de Bryan Ruiz, de alguna forma estamos atrapados con él. Nos irrita verlo casi que cómodo en esa jaula de oro en la que decidió quedarse, privando a los demás de su talento con la pelota.
Nos incomoda saber que La Comadreja decidió acomodarse en su cueva dorada, esperando la buena noticia de cada pago quincenal, mientras los de afuera esperamos, sin fortuna, el día en que tome la llave y abra la jaula en la que decidió confinar su estatus de futbolista.
Porque si algo no puede alegar es que no lo dejan salir. Bryan es un mal negocio para el Santos, obligado a pagarle cada salario, a pesar de no ver minutos ni en la banca. El no participar en al menos 10% de los partidos de la temporada anterior le facultaba para pedir a FIFA ruptura de contrato. Pero no lo hizo.
Según sus propias palabras, quiere que le paguen lo estipulado en el contrato, cuyo vencimiento está para finales de este año.
Alega que no le han cumplido cosas del contrato, pero en lugar de amarrarlo, ese debería ser suficiente motivo para demandar al club e irse a jugar a otro lado. La FIFA emite pases provisionales cuando hay conflictos de este tipo.
O sea, Bryan no sale de Santos porque quiere seguir devengando el salario jugoso que tiene. No se le puede crucificar por eso, pero igual tenemos derecho a sentir decepción quienes pensamos que el correteo detrás de la pelota es lo que define la esencia de un futbolista.
Por más que lo admiremos no podemos cerrar los ojos. Ya vivió un episodio similar en el Sporting portugués. Casi por decisión propia, enemistado con el técnico y la institución, no accedió a irse a otro club, alegando que las condiciones no le favorecían.
La chispa del Bryan cadencioso con la pelota, acertado con el pase entre líneas o definiendo con su privilegiada zurda. De todo eso nos hemos privado durante mucho tiempo. Peor aún, todo eso nos lo ha negado vistiendo la camiseta de la Selección, el equipo que más lo añora.
Puede que no volvamos a ver al Ruiz de aquel mágico mundial brasileño. A lo mejor la comodidad de sus jaulas de oro apaciguaron su brío futbolero, a lo mejor los años y la inactividad son un coctel que lo limita a un buen recuerdo. ¡Ojalá se decidiera a volar!