‘No lo considero parte del oficialismo, no coordino con él’
Gobernante señaló el distanciamiento entre Zapote y el legislador del PAC
El mandatario Carlos Alvarado declaró este miércoles que no tiene coordinación alguna con el diputado oficialista Welmer Ramos en relación con el proyecto para regular la usura en el otorgamiento de préstamos, pues ni siquiera lo considera parte de la fracción de gobierno.
Ramos es el legislador del Partido Acción Ciudadana (PAC) que más ha impulsado el plan para ponerles tope a las tasas de interés, tema que dividió a la Comisión legislativa de Asuntos Hacendarios.
El pasado martes, el congresista recalculó una metodología propuesta por la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) con el fin de fijar en un 35% la tasa máxima para otorgar un crédito.
El mandatario fue enfático en señalar el distanciamiento que existe entre Casa Presidencial y Ramos.
Alvarado admitió mantener una diferencia particular con el legislador del PAC, debido a que este no ha honrado un compromiso que firmó durante la campaña electoral del 2018, cuando se cuestionó su participación en el caso del cemento chino.
Ramos se comprometió a renunciar a su curul si la Procuraduría de la Ética Pública (PEP) determinaba que incurrió en algún acto indebido mientras fungió como ministro de Economía del gobierno de Luis Guillermo Solís.
En agosto del 2019, la PEP denunció penalmente al legislador ante la Fiscalía por un presunto delito de tráfico de influencias. Él, como titular de Economía, estuvo a cargo de los cambios reglamentarios que permitieron la importación de cemento del empresario Juan Carlos Bolaños.
No obstante, Ramos se negó a renunciar alegando que, en lo señalado por la Procuraduría, no hay ninguna prueba de que haya cometido una falta al deber de probidad, sino que era solamente una posibilidad.
“Desde ese momento, yo particularmente no lo considero parte del oficialismo, porque hay un compromiso firmado que no se ha honrado; entonces, yo no coordino con él en eso (tasa de usura)”, afirmó el presidente durante una visita a Quebrada Ganado, en Garabito, Puntarenas.
Diputados como María Inés Solís, jefa de la Unidad Social Cristiana (PUSC), le han exigido al presidente Carlos Alvarado ejercer mayor liderazgo y dirigir una propuesta en la discusión del proyecto sobre tasa de usura.
Al respecto, el gobernante argumentó que ese tema le compete particularmente a la Asamblea Legislativa. “Yo no puedo hacer más que decir cuál es mi opinión. Ahí, directamente, no voto”, aseveró.
“Creo que la iniciativa de usura es necesaria para aliviar a las personas que están sufriendo por los altos niveles de tasas de interés, y por eso creo que debe ser regulada”, agregó Alvarado.
“Aquí, más que quién coordina con quién, importa qué es bueno para la gente y también creo, como lo dije antes, que se establezca un mecanismo que permita una rápida adaptación en el caso de que haya expulsión financiera o incremento en la informalidad”, apuntó.
Actualmente, la discusión sobre ese proyecto se centra en la tasa límite que se fijaría, así como en la forma de calcularla, pues el Banco Central señaló el riesgo de que un límite demasiado bajo excluya del sistema financiero formal a sectores vulnerables.
La metodología propuesta por la Sugef plantea que un interés superior a un 45% sería considerado como delito de usura, pero el martes pasado Ramos propuso modificar el procedimiento de cálculo, de una forma que bajaría el límite a un 35%.
Congresistas de oposición criticaron la propuesta por considerar que el diputado del PAC quiere manipular la metodología de la Sugef sin razones técnicas.
Para Alvarado, la discusión sobre esta iniciativa de ley ya está agotada. “Hay que tomar una decisión, poner un punto y de ahí, una forma rápida de adaptarla en franjas. Si esa competencia se le da al Banco Central o al Ministerio de Economía, habría facilidad administrativa para ajustar. Eso requiere confianza en esa institucionalidad. Creo que el error en la discusión es que la hemos llevado a descalificar posiciones”, aseguró.