La ‘S’ acaba con su racha más incómoda
Saprissa llega al clásico del próximo domingo con un peso menos
En el minuto 84, el portero de Saprissa, Aarón Cruz, recibió una tarjeta amarilla por perder tiempo, algo que en algún momento iba a suceder, porque desde el 60’, el guardameta empezó a jugar con el reloj.
Ni es el primero ni será el último. En el fútbol, es prácticamente una regla cuando un equipo desea cuidar el marcador. Pero sin duda, esa fue tan solo una muestra de la necesidad de los morados por ganar en el Juán Gobán.
Pasaron tres años y medio desde la última victoria de la
S en ese reducto y, este miércoles, acabaron con la racha negativa, probablemente la más molesta de los últimos años, gracias al triunfo de 0-1 ante Limón FC.
Cuando el calendario decía que se avecinaba el día de viajar al Caribe, empezaban los malos recuerdos y apenas pasando por el Zurquí, las apuestas ya estaban contra los tibaseños.
Esta vez fue diferente. La ligera ventaja la resguardaron lo mejor posible, Wálter Centeno metió a David Guzmán en lugar de Manfred Ugalde en el 73’ para tener un hombre más en la marca.
El equipo poco a poco se fue echando atrás, con la intención de evitar un empate y, al mismo tiempo, de preservar la victoria sin correr riesgos.
Las cuentas finalmente le salieron ante un rival que no encuentra la fórmula para sumar puntos en medio de una situación difícil en la zona baja de la tabla.
Los caribeños solo tienen un punto, producto de seis derrotas y el empate ante Guadalupe. Eso los tiene en riesgo del descenso, pues en la clasificación acumulada son penúltimos, con 22 puntos, a cuatro de La U.
El conjunto local siente la presión y eso se notó en el partido. En varios minutos, tuvo la pelota de su lado, pero su deseo por ir al frente se queda en intenciones.
Ni su virtud por jugarle a Saprissa en los últimos años pesó esta vez. A los morados les bastó un juego regular para poner un alto a los siete compromisos sin ganar. En cuatro perdió y también se dejó tres empates.
Los tibaseños llegaron con la tensión de siempre, la acostumbrada, pero además se sumaron otros ingredientes: la necesidad por ganar para mantener el primer lugar y dar tranquilidad para el clásico del próximo domingo, en el Ricardo Saprissa.
Con ese panorama, Christian Bolaños llevó serenidad a partir del minuto 8, cuando envió al fondo una pelota que le quedó de frente tras cabezazo en el palo de Manfred Ugalde.
Su celebración, con la camisa del delantero David Ramírez, fue un apoyo directo a su compañero, quien se perderá el resto del torneo por una lesión en la rodilla.
Tácticamente, Paté Centeno logró eliminar a Marvin Esquivel y Alexánder Espinoza en varios tramos de los 90 minutos y eso hace que los limonenses se sientan todavía más incómodos.
Aun así, Espinoza fue quien tuvo en sus pies el empate, pero hizo lo más difícil: fallar frente a un Cruz vencido (69’).
Las caras de sus compañeros en la banca lo dijeron todo. Esa era la oportunidad de oro para empatar.
Ninguno fue un equipo avasallador sobre el terreno, fue un juego trabado, poco vistoso y de escasas emociones, pero de acuerdo con las circunstancias de cada uno, eso poco importaba.
Para Saprissa era fundamental quitarse un peso de encima que ya se estaba volviendo usual y lo consiguió. Al clásico llega con mejor ánimo.
Lo de Limón raya en crisis, y si no despierta, su única esperanza al final del certamen será que los Universitarios también sigan fallando.