Fútbol de Europa les queda grande a los talentos costarricenses
La Bala Gómez, quien jugó allá, cree que se van sin estar preparados
El zaguero Pablo Arboine abandonó el Viejo Continente para jugar a préstamo con San Carlos en esta campaña. Fue un regreso prematuro al país, pues hace apenas un año partió rumbo a Noruega firmado por el Sarpsborg 08, que poco tiempo después lo prestó al H.B. Koge danés.
El central tiene 20 años, acumula dos mundiales menores y ya se estrenó en la Sele Mayor; antes de brincar al exterior hizo su debut en el Santos, con el que se consolidó como titular.
Acumula muchos atestados, insuficientes para afianzarse en una liga de nivel intermedio en el balompié de Europa.
“Inicialmente, uno se va con el objetivo de quedarse todos los años que pueda en Europa. Las cosas no se dieron porque el equipo estaba peleando descenso, entonces el entrenador fue honesto y me dijo que solo iba a contar con gente de experiencia”, explicó el defensor.
Arboine es solo un caso dentro de una coyuntura cada vez más evidente: a la nueva generación de talentos ticos le está quedando grande el balompié de Europa.
Esta afirmación se refleja a través de tres posibles escenarios: 1. Los jóvenes se devuelven al país después de estancias muy cortas. 2. Son firmados por un club, pero al llegar juegan poco o nada. 3. Son enviados a préstamo a otro plantel de menor estatus ante la falta de minutos.
Razones. Cuando el técnico Johnny Chaves cursó la licencia A en Holanda, identificó un sinnúmero de requerimientos que exigen los entrenadores al contratar a un futbolista.
La inteligencia táctica, la toma de decisiones con balón o sin este, y la velocidad al momento de tomar estas decisiones, así como el desarrollo físico del jugador en el corto plazo.
Aspectos que, la mayoría de veces, se desarrollan en edades tempranas. Las herramientas con que cuenta el joven europeo para trabajar estos aspectos son cada vez más amplias y distantes de nuestra realidad en la mayoría de equipos, aun de Primera División.
Por ejemplo, explica Chaves que en las divisiones inferiores de la mayoría de clubes europeos hay un especialista en uno contra uno, otro para el desarrollo motor y para trabajar la defensa.
También se utiliza un programa digital de seguimiento, lo que permite proyectar al futbolista y definir sus avances individuales de acuerdo
con su categoría.
“Necesitamos mejorar nuestra preparación para que los jóvenes puedan adaptarse a lo que exige Europa hoy, a la forma en que desarrollan a los jóvenes”, resaltó el entrenador.
Rónald Gómez militó durante cuatro años en el Ofi Creta de Grecia, un club en el que se adaptó y rindió con creces después de pasar por el Sporting Gijón y el Hércules de España.
Celes. La Bala brincó al Viejo Continente luego de resaltar en Costa Rica y finalizar como goleador de Alajuelense, con 28 goles. Hoy, lamenta que la reputación futbolística del país se vea afectada por el bajo rendimiento de la mayoría de jóvenes que firman en ligas nórdicas.
“Están saliendo del país sin estar preparados para irse. Para que un futbolista salga de Costa Rica debe haber jugado, al menos, cuatro temporadas completas, y destacar. Cuando Celso Borges se fue de Costa Rica, tenía muchos partidos, igual que Bryan Ruiz”, recalcó.