Auditores revisarán cifras que ‘no cierran’ en Fanal
Ministro de Agricultura: ‘Hemos encontrado demasiado desorden’
Mediante una auditoría forense, el Gobierno pretende conocer con exactitud la gravedad de la crisis financiera de la Fábrica Nacional de Licores (Fanal).
Aunque esa dependencia del Consejo Nacional de Producción (CNP) arrastra multimillonarias pérdidas en los últimos años, se desconoce su magnitud real.
Por ello, el Poder Ejecutivo espera que la auditoría forense permita precisar las obligaciones de Fanal y conocer las causas que la pusieron en números rojos.
Así lo reveló a La Nación el ministro de Agricultura y Ganadería, Renato Alvarado.
Deloitte, una de las principales firmas de auditoría del mundo, señala en su sitio web que un estudio de este tipo también tiene el objetivo de “obtener evidencia de la ocurrencia de un potencial fraude o errores que conlleven un impacto económico para la organización”.
Además, en esos estudios se puede determinar la posible comisión de un acto de corrupción o alguna ilegalidad, como ocultar gastos y pasivos ante la Administración Pública, proveedores fantasmas o sobrecostos en la ejecución de proyectos, entre otros.
Sin embargo, de acuerdo con Alvarado, el objetivo fundamental de esa contratación es esclarecer las cuentas pendientes de ese negocio, el cual comercializa guaro bajo la marca Cacique.
“En realidad, lo que queremos es dilucidar cuáles son las condiciones reales de la Fanal, porque hemos encontrado demasiado desorden (...). Esto hay que ponerlo en regla y hay que hacerlo mediante una auditoría forense para conocer qué es lo que está pasando en la Fanal. Hay cosas que no cierran”, señaló el ministro.
Desorden. El presidente ejecutivo del CNP, Rogis Bermúdez, coincidió con el jerarca de Agricultura. De hecho, fue él quien denunció el desorden en que encontró esa entidad.
Bermúdez aseveró que si la auditoría encuentra que se cometieron irregularidades en anteriores administraciones, se denunciará a los responsables en instancias legales.
“Si sale algo, se va a atender. Aclaro: si fuera el caso que se da alguna anomalía y hay necesidad de presentar una denuncia, pues entonces hay que hacerlo, no lo vamos a esconder, a quien sea”, sentenció.
Alvarado y Bermúdez conforman una mesa interinstitucional que instauró el gobierno, junto con el Ministerio de Hacienda y otras entidades, con el fin de aclarar la situación de la Fábrica.
De acuerdo con los números que se han barajado en ese foro, las deudas de la Fanal rondarían los ¢67.000 millones, pero ese monto todavía no está confirmado.
Ese negocio genera ventas anuales por alrededor de ¢25.000 millones.
Fanal cayó en incertidumbre financiera a partir del 2004, cuando se dejaron de pagar impuestos ante el Ministerio de Hacienda, así como obligaciones de ley con el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal.
Aunque el negocio cerró con pérdidas por ¢3.998 millones en el 2018 y ¢3.170 millones en el 2017, esos resultados podrían ser más graves, tomando en cuenta que hay deudas no registradas en la contabilidad.
En febrero anterior, el Gobierno
planteó la concesión o inclusive la venta de Fanal como parte de una serie de medidas para reducir el asfixiante déficit fiscal.