Reactivar la economía a la medida de cada región
“Costa Rica avanza a dos velocidades”, escuchamos decir frecuentemente. Así, se explica la potencia de las zonas francas dentro de la Gran Área Metropolitana en contraposición con las regiones carentes de las herramientas para sumarse a la nueva economía.
Costa Rica es mucho más compleja, pues existen múltiples velocidades y realidades. El más reciente informe del Programa del Estado de la Nación divide la región central en dos grupos: cantones de la Gran Área Metropolitana —denominados central-GAM— y los periféricos, dadas sus diferencias en dinámica y estructura productivas.
El documento evidencia la gran disparidad nacional. La región central-GAM es la más pujante, mientras las demás solo generan entre el 2 % y el 5 % de la actividad económica cada una, y juntas representan apenas un 18 % de los ingresos de las empresas formales del país por concepto de ventas, a pesar de habitar en estas el 38 % de la población.
En un foro reciente, con representantes de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), la Asociación de Empresas de Zonas Francas (Azofras) y del sector privado, quedó claro que debe evitarse caer en la tentación
de hacer análisis en los cuales todo aquello ubicado fuera de la GAM es comparable, sin entender las particularidades y elementos diferenciadores de cada región.
El reto de la articulación. Otra de las grandes conclusiones del foro es que incentivar el desarrollo más allá del Valle Central es imposible si la responsabilidad se le asigna únicamente a la institucionalidad estatal.
Crear y detectar condiciones para la instalación de determinada empresa privada en una región es transversal. Involucra tanto a quienes asesoran a los inversionistas como a quienes ostentan el liderazgo local porque estos se convierten en los aliados clave para impulsar una agenda de desarrollo creada desde las comunidades y adecuada a las necesidades de cada una de estas.
Sin los liderazgos locales vigorosos, que han cosechado reconocimiento y legitimidad, no es viable avanzar a buen paso. Experiencias construidas, como las de la Agencia de Desarrollo de la Zona Huetar Norte y la Zona Económica Especial
de Cartago, tuvieron al Instituto Tecnológico de Costa Rica como articulador fundamental.
Talento por descubrir. A partir de la experiencia de varias empresas presentes en dicho foro, se conoció, de primera mano, otra idea que no debe perderse de vista: el talento existe en todo el país.
Si bien encontrar perfiles muy específicos o técnicos suele ser más o menos sencillo de acuerdo con la ubicación, el análisis del tipo de empresas cuyos requerimientos se acoplan a las características de una región puntual debe hacerse con experiencia, datos y un profundo conocimiento de la realidad porque, en muchas ocasiones, el resultado de un ejercicio de esa naturaleza es sorprendente.
Líderes locales con enfoque claro son determinantes para disminuir la disparidad
Sorprenden aún más las consecuencias de una decisión tomada de manera responsable. Personas que antes debían recorrer grandes distancias para trabajar han demostrado disposición a volver a sus pueblos si cuentan con empleos de calidad y, la oportunidad a su vez, mejora la calidad de vida de los trabajadores, eleva el compromiso con la empresa y causa baja rotación.
Las soluciones a la medida de cada región son la única vía para impulsar el desarrollo local. Así, lo deben entender quienes pueden, de una forma u otra, incidir para diseñar el país al que aspiramos.