Salud aconseja usar vajilla desechable y encerrarse ‘totalmente’ al volver de viaje
Si usted ingresa al país por cualquier aeropuerto, puerto o frontera terrestre a partir de las 23:59 horas de este miércoles, los oficiales de Migración le entregarán una orden sanitaria que lo obligará a permanecer en cuarentena.
Como viene de otro país y existe una pandemia, usted es considerado sospechoso de portar el nuevo coronavirus; por eso, deberá aislarse en su casa durante 14 días.
Al reportar su ingreso, los oficiales de la Dirección General de Migración y Extranjería tomarán su contacto y transmitirán esa información al Ministerio de Salud.
Desde el primer día, las áreas rectoras de Salud monitorearán sus condiciones y le podrían dar directrices médicas.
“Hacemos visitas, hacemos corroboraciones por teléfono, y solamente en algunos casos en donde haya condiciones, como problemas inmunológicos, se podría prolongar el aislamiento”, explicó el ministro de Salud, Daniel Salas.
Las personas infectadas con el nuevo coronavirus pueden contagiar desde el inicio de la enfermedad, incluso antes de presentar síntomas.
Esa es la importancia de que usted extreme sus medidas de higiene y no entre en contacto directo con familiares o compañeros de apartamento, para evitar contagiarlos, en especial si ellos no lo acompañaron en el viaje.
Aislamiento total. Si vive con otras personas, las autoridades recomendaron encerrarse en un cuarto, evitar compartir zonas comunes con los demás habitantes del hogar y hasta usar una vajilla desechable.
“Es complejo decirlo porque todas las casas son diferentes, pero lo ideal sería estar en una habitación solo y usar, dentro de lo posible, cucharas y platos desechables, así como estar totalmente aislados en cuartos. Esa sería la opción ideal”, sostuvo Rodrigo Marín, director de Vigilancia de la Salud.
A diferencia del protocolo que implementan las autoridades hasta el momento, en el que se sugiere cumplir el aislamiento de dos semanas a las personas que arriban al país, esta será una orden sanitaria.
Eso no solo implica que es de acatamiento obligatorio, sino que tiene repercusiones legales si se incumple; así lo advirtió el ministro Salas.
“Ellos (quienes ingresen al país a partir de las 23:59 del miércoles) tienen una orden sanitaria; si se incumpliera el aislamiento, están sujetos a la denuncia penal, a multas establecidas en el Código Penal e, incluso, hasta ir a prisión por incumplimiento sanitario”, afirmó Salas.
Según el artículo 277 del Código Penal, la persona que irrespete una medida sanitaria emitida para evitar la propagación de una epidemia se expone a una pena de entre uno a tres años de prisión, o entre 50 y 200 días de multa.
Pareja en encierro voluntario. Siguiendo las recomendaciones de las autoridades, una joven de apellido Retana y su pareja cumplen 14 días en cuarentena. Ambos están recluidos en un apartamento en Orotina, aislados totalmente de su familia, para evitar posibles contagios.
Esta es su historia desde que arribaron a Costa Rica, el pasado 11 de marzo, luego de un viaje de 15 días por Italia, España y Reino Unido.
“Cuando llegamos a Migración en el aeropuerto Juan Santamaría, nos preguntaron que de dónde veníamos. Les dijimos que estuvimos en Italia y llamaron a un encargado de la Cruz Roja. La persona llegó, nos dio mascarillas y nos pidieron llenar un documento con datos generales, también nos pidieron contestar si tuvimos contacto con algún enfermo o diagnosticado con covid-19, además que si tuvimos fiebre o algún otro síntoma.
”Después de eso, nos tomaron la temperatura y la frecuencia cardíaca y, como salimos bien, los dos pudimos pasar Migración. Nos recomendaron mantenernos aislados
durante 14 días y acogimos la medida porque yo vivo con mi abuelita, que es diabética.
”Alquilamos un apartamento de miércoles a domingo. Cuando nos fuimos a la casa de un familiar en Orotina, desinfectamos por completo el apartamento, le dimos vuelta de arriba abajo. Comimos con platos, vasos y cucharas desechables. Tuvimos mucho cuidado con eso. Ahí aprovechamos para lavar toda nuestra ropa. Mi mamá nos hizo las compras y nos las dejó en el apartamento, sin entrar en contacto. Llegamos a Orotina y vamos a estar hasta el próximo miércoles, cuando cumplimos la cuarentena”, contó Retana.
Salvo un sobresalto pasajero, confiesa que ambos se sienten “supertranquilos”.
“Un día me desperté con dolor de cabeza y, la verdad, ese día me asusté bastante. Sí me dio mucho miedo porque estamos muy optimistas, nos cuidamos muchísimo. Ese día me fui a dormir y el dolor de cabeza se me quitó. No hemos desarrollado ni un solo síntoma.
”Nos llaman constantemente del Ministerio de Salud; a mí me llamaron ayer (lunes) y a mi pareja lo llamaron hoy (martes). Nosotros les hacemos muchas preguntas y ellas nos contestan absolutamente todas. Nos han dado mucho seguimiento y nos dicen que si tenemos síntomas, vayamos a hacernos las pruebas.
”Hoy martes nos dijeron que antes de irnos a cualquier Ebáis (Equipos Básicos de Atención Integral en Salud), los llamáramos, porque hay un centro de salud para atender
LN
los casos sospechosos. Nosotros les dijimos todo, en dónde estuvimos, cómo nos cuidamos, con quién tuvimos contacto: todo.
”No hemos tenido contacto con nadie. Los dos estamos teletrabajando, nos llevaron las computadoras”, detalló.
Su experiencia en Europa. Retana y su pareja llegaron a Europa el 25 de febrero, cuando el nuevo coronavirus no había sido declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero el virus ya empezaba a hacer estragos en el Viejo Continente, especialmente en Italia.
“Pareciera mentira, pero desde el día que llegamos a Madrid, no vimos a nadie cuidándose contra el coronavirus. Yo soy superestresada con esas cosas, entonces compré 10 mascarillas, tres botellas de alcohol en gel y ocho paquetes de toallas con cloro. Cada vez que nos montábamos a un metro y nos bajábamos, nos lavábamos las manos.
”Nosotros estuvimos en Italia cuatro días. El día que llegamos salimos, fuimos al Coliseo, el segundo día al Vaticano, pero ya el tercer día tomamos la decisión de no salir, estuvimos todo el día en la habitación del hotel, yo estaba que lloraba”, confesó. COLABORÓ