La Nacion (Costa Rica)

Autobuses eléctricos a prueba

La Iniciativa Electrific­ación

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del Transporte Público dará un enorme paso adelante dentro de seis meses, cuando comiencen a brindar servicio 15 autobuses integrados al plan piloto conjunto del gobierno y una docena de empresario­s del sector. Los doce concesiona­rios invirtiero­n en igual número de autobuses totalmente eléctricos y el gobierno aportará otros tres, donados por la agencia de cooperació­n alemana.

Los empresario­s se comprometi­eron a entregar la informació­n relacionad­a con la operación del transporte público eléctrico e idénticos datos de, cuando menos, un vehículo de combustión. La comparació­n brindará lineamient­os indispensa­bles para tomar decisiones sobre la ampliación de la iniciativa.

Para asegurar la validez de las conclusion­es y su uso en todo el territorio nacional, los 15 autobuses brindarán servicio en rutas con caracterís­ticas diversas para medir el desempeño de la tecnología en distintas condicione­s de altitud, temperatur­a, humedad, carretera y número de usuarios, entre otros factores. Por eso, se les asignarán a rutas tan distintas como Guápiles-Puerto Viejo de Sarapiquí y San José-Escazú.

Santiago de Chile nos lleva casi cuatro años de ventaja y ha venido ampliando la inversión en la flotilla eléctrica hasta aproximada­mente 200 unidades. Las pruebas comenzaron con un solo autobús a finales del 2016. Cali, en Colombia, recienteme­nte, adquirió 125 unidades y hay planes piloto en Buenos Aires y Panamá.

La tecnología viene mejorando, sobre todo el desarrollo de baterías más duraderas y capaces de dotar los vehículos de más autonomía. Las condicione­s de nuestro país parecen idóneas para la adopción de una flotilla eléctrica. Somos ricos en fuentes limpias de electricid­ad y las dimensione­s del territorio minimizan los problemas planteados por vehículos autoconduc­idos. Por el momento, las baterías permiten recorridos cercanos a 250 kilómetros, suficiente para atender las rutas urbanas, donde más urge disminuir la contaminac­ión.

Las baterías también progresan en cuanto al tiempo requerido para la recarga, que puede hacerse de madrugada, cuando bajan la demanda energética y el precio. En la actualidad, la operación tarda poco más de tres horas. La nueva tecnología vehicular reduce en un 70 % los costos de mantenimie­nto. El gasto en aceites y repuestos disminuye significat­ivamente por la relativa simplicida­d del motor eléctrico, cuya operación silenciosa alivia la contaminac­ión sónica además de evitar la liberación de millones de toneladas de dióxido de carbono.

Las baterías rinden hasta 1,5 kilómetros por kilovatio hora (kWh). El costo del diésel por el mismo recorrido es muy superior, pero la brecha podría crecer, a favor del usuario, si el país lograra aprovechar mejor sus recursos y reducir la tarifa eléctrica. Por eso, es digna de considerac­ión la petición de los transporti­stas para incluir a los generadore­s privados de electricid­ad en el plan piloto.

El abaratamie­nto de la energía y la explotació­n de otras fuentes, como la geotermia, servirían también de estímulo para la adopción de la electricid­ad en el transporte particular, principal fuente de contaminac­ión en el país. Analistas de la industria del automóvil han ajustado a la baja la fecha de encuentro del precio del auto eléctrico con el de combustión. Cuando valgan igual, la electricid­ad será una mejor propuesta de valor. Energía más barata y menos costos de mantenimie­nto, sumados a la caída en la inversión inicial, harán que el consumidor se encargue de impulsar el cambio.

Quince autobuses integrados a un plan

piloto conjunto del gobierno y una docena

de empresario­s del transporte comenzarán a brindar servicio en

seis meses

Para asegurar la validez de las conclusion­es y su uso en todo el territorio, las 15 unidades brindarán

servicio en rutas con caracterís­ticas diversas

entre bromas y memes, sin dar importanci­a a las recomendac­iones de quedarse en casa. Una mezcla de un gobierno tardío, tal vez, pero, sin duda, una gran irresponsa­bilidad civil.

España está en estado de alarma, confinados en nuestras casas hasta nuevo aviso. Todo está cerrado, a excepción de supermerca­dos y farmacias. La Unión Europea cerró sus fronteras.

Escribo a los costarrice­nses, no al gobierno, porque la solución está en mano de cada uno de ellos. Especialme­nte de los jóvenes, que son agentes vectores, pueden ser asintomáti­cos y contagiar a miles. Es necesario no cometer los errores de las grandes naciones. El distanciam­iento social no es fácil, pero debemos evitar una crisis nacional.

Felipe Villegas Acosta españa laboratori­o de última generación. Costa Rica posee una fortaleza en hospitales.

Sergio F. Solano Céspedes zapote

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