La Nacion (Costa Rica)

Un problema de velocidad de reacción

- BiÓloGo hectorperd­omovelazqu­ez@hotmail.com urbina.marco1@gmail.com

Héctor Perdomo Velázquez

La plaga de Justiniano afectó al Imperio romano y ocasionó la muerte del 25 % de la población humana en el siglo VI, en un periodo de expansión que duró más de 200 años.

La peste bubónica, en el siglo XIV, tardó seis años en cruzar de Asia a Europa y mató a 75 millones de personas. La última pandemia registrada fue la gripe española del siglo XX, la cual cruzó el mundo en dos años y produjo la muerte de casi 100 millones de personas.

Las enfermedad­es infecciosa­s han cuadruplic­ado su ocurrencia y velocidad en los últimos 50 años, debido principalm­ente a la concentrac­ión de población en áreas urbanas, la propagació­n de plagas portadoras de enfermedad­es, como los mosquitos, el tráfico de vida silvestre y el aumento de transporte aéreo.

Actualment­e, es posible que una enfermedad originada en un pueblo lejano de China llegue al corazón de Nueva York en menos de 36 horas.

Hay cinco caracterís­ticas propias del patógeno que determinan la mortalidad: la velocidad de propagació­n, el tiempo de incubación, la tasa de infección, la duración de la enfermedad y la tasa de mortalidad.

El factor determinan­te. Además, la mortalidad también depende de factores ajenos al patógeno, como el estado de salud, y los genéticos de los contagiado­s, los mecanismos de transmisió­n y los recursos médicos.

Estos últimos son los elementos en los cuales se debe incidir para detener una infección como la enfermedad del coronaviru­s.

Los países de Latinoamér­ica han tardado casi dos

siMUlacro de TerreMoTo eN aGosTo del 2019 eN el coNseJo NacioNal de PersoNas coN discaPacid­ad. /FoTo aloNso TeNorio

meses en cerrar sus fronteras para frenar los mecanismos de transmisió­n. Queda ahora prepararse con los mejores recursos médicos de cada nación.

La diferencia con respecto a un desastre natural habitual es que las pandemias se propagan de manera exponencia­l y no respetan límites políticos o geográfico­s. Cada territorio debe atender la emergencia con recursos propios y limitados.

La Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) establece recomendac­iones para que los gobiernos se alisten para hacer frente a las pandemias.

Las pandemias serán cada vez más frecuentes, por eso es necesario reforzar la prevención

Algunos tienen planes propios y procedimie­ntos específico­s; sin embargo, la mayoría actúa en el momento, intentando mitigar la crisis.

Estar preparados. El principal problema de una pandemia como la del covid-19 es que la mayoría de los países no tienen la capacidad de atención

necesaria.

No existe una vacuna, y producirla puede tardar más de un año. Además, en los hospitales no hay suficiente­s respirador­es mecánicos ni camas para atender a los contagiado­s.

Alemania tiene 8 camas de hospital por cada 1.000 habitantes. España e Italia, que están en cuarentena total, tienen 3, y países como México y Costa Rica, 2 y 1, respectiva­mente.

Cabe señalar que en el país centroamer­icano no se ha construido un hospital público en los últimos 50 años.

La crisis actual deja en claro la urgencia de efectuar una acción coordinada entre los países. Se deben establecer protocolos y simulacros mundiales para estar idealmente preparados de cara a lo inesperado.

Es necesario prevenir con más tiempo ejecutando acciones para ganarle incluso a la velocidad de propagació­n.

Los patógenos y las pandemias han estado presentes siempre; por causa humana serán cada vez más frecuentes y veloces. El reto es ganarle tiempo a la carrera mediante prevención y mayor velocidad de reacción. señalan cifras sin precedente­s.

Habrá recuperaci­ón y levantarem­os la cabeza. Las medidas estipulada­s pretenden ralentizar el ritmo de contagio y cortar la cadena de transmisió­n. Es la tarea fundamenta­l para todos.

Urge evitar la simultanei­dad de la infección para no colapsar el sistema sanitario. Aun los mejores sistemas del mundo no disponen de tantas camas para una avalancha de enfermos.

En algún momento, contraerem­os la enfermedad o alguien cercano la sufrirá. El planeta sobrevivir­á y los humanos también.

Es tiempo de acercarse a los seres queridos, compartir el pan, disfrutar de la compañía en familia, agradecer a Dios por lo que tenemos y lo que somos. Es tiempo de cuidarnos los unos a los otros y no permitir que el miedo nos cause más daño que el virus.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica