A la baja.
En Barrio la California, suspenderá funciones del 19 al 25 de marzo como prevención
Sala, ubicada
La gerencia del Cine Magaly, por medio de su perfil de Facebook, anunció que cerrará temporalmente debido a la emergencia sanitaria por el nuevo coronavirus (covid-19).
Las funciones en ese centro de entretenimiento se suspenderán del jueves 19 al 25 de marzo, retomando la programación el día 26.
“A pesar de no solo apegarnos sino sobrepasar todos los lineamientos establecidos por el Ministerio de Salud, el Cine Magaly ha decidido cerrar temporalmente”, detalla el post de esta sala de cines colgado en la red social.
“Aunque aseguramos los más estrictos procedimientos de higiene, la decisión se tomó para incentivar a que la población se mantenga en sus casas y que entre todos logremos reducir las probabilidades de exacerbar la proliferación del covid-19”, agrega la comunicación.
Vía telefónica se llamó a Jessica Carcheri, gerente del cine, para conocer más detalles sobre el tema. Sin embargo, no contestó las llamadas.
Para contener el contagio del nuevo coronavirus covid-19, el Ministerio de Salud ordenó a los cines ticos que solo permitieran llenar sus salas con un 50% de su ocupación. Mas tal advertencia resultó completamente innecesaria, pues algunas exhibidoras en Costa Rica reportaron solo un 5% de ocupación la semana pasada.
Los ticos, ya sea por miedo o precaución, van menos al cine.
“Está viniendo poca gente. En estos sábados de marzo nosotros estábamos recibiendo unas 300 personas, en cambio; el último, solo tuvimos a 80 personas. Un lunes de clases normalmente vienen 80 o 90 personas y este que recién pasó solo vinieron 8”, comentó Javier Kopper, gerente de Citicinemas Grecia.
Las diferentes cadenas optaron por colocar dispensadores de alcohol en gel en cada sala, revisaron el estado de los aires acondicionados y espaciaron las tandas para poder desinfectar salas y baños después de cada función.
Además, como lo anunciaron la semana pasada, las exhibidoras no permitieron el ingreso de espectadores con algún síntoma de resfrío.
Otras dos exhibidoras que reportaron una caída considerable en sus ventas fueron Cinépolis y Novacinemas.
Esto nos ha afectado. No cabe duda. Existe una baja considerable y se nota. Ni siquiera se está vendiendo el 50% de la capacidad de los cines, que es lo que el Ministerio de Cultura nos recomendó admitir”, dijo Sylvia Clark, gerente de relaciones corporativas de Cinépolis.
Específicamente, Clark menciona que Cinépolis está operando entre un 8% y 15% de ocupación.
“Es muy baja esa cifra, considerando que en los mejores momentos podemos andar entre un 70% y 80% de operación. Es un golpe fuerte pero seguimos operando, siguiendo las medidas del Ministerio de Salud. No queremos que esto se termine convirtiendo en un caos”, expresó Clark.
Por más extraño que parezca, Ricardo Padilla dice que está “contentísimo” unas 16 horas después de que un árbol de unas siete toneladas le cayera sobre su carro.
No lo dice porque le alegra el dolor de pecho que le aqueja durante la conversación, sino porque siente que ha comenzado una nueva vida.
“Justo este año estoy cumpliendo 50 años de carrera de vida. Ha sido una gran celebración, pero ahora estoy festejando la vida porque lo que me pasó era para que me muriera”, dijo.
Lo que dice Padilla no es una exageración. Las fotos que circulan por Facebook hablan sobre la gravedad del accidente que sufrió el músico el martes al mediodía: su camioneta doble cabina quedó hecha un acordeón por un árbol podrido que cayó en medio camino hacia Puriscal.
Padilla, quien está terminando de construir un hotel en Mora, en Ciudad Colón, decidió ir cerca de Puriscal a comer chicharrones con un señor que le estaba ayudando a colocar cámaras de seguridad. Unos metros antes de llegar al sitio, sintió un golpe en seco y fue cuando el árbol cayó sobre su vehículo.
“No perdí el conocimiento, pero el compañero que iba conmigo sí. Vi que la mano le sangraba y me caía su sangre. Al ratito, empecé a ver gente que trataba de romper el vidrio medio reventado. Me decían que apagara el motor, que me quitara el cinturón, pero no podía. Estaba morado (le costaba respirar). Llegó mucha gente amable, trataron de abrirme la puerta para respirar y al momento oí sirenas de ambulancias y bomberos. Me cortaron la puerta, sacaron al compañero y luego a mí, para llevarme a la clínica de Puriscal”, rememoró Padilla.
Tras los análisis realizados, los médicos no encontraron mayores complicaciones y a las ocho horas fue dado de alta.
“Ahora me duelen hasta los pelos de la cabeza. Estaré en completo reposo una semana. Ahora estoy festejando mi nueva vida”, manifestó.
Nivel: Tiempo: Rinde: Costo: Chef:
Ingredientes: