La Nacion (Costa Rica)

Revivir al moribundo

- JeFe de redaCCIÓN de la NaCIÓN amayorga@nacion.com

LArmando Mayorga a economía estaba por ponerse en pie, después de más de dos años de permanecer en cama, pero, de la noche a la mañana, el coronaviru­s la contagió, la volvió neumónica y la mandó a cuidados intensivos. Así, la incertidum­bre regresa a los cerca de 1,7 millones de trabajador­es de empresas privadas e informales que ven en peligro sus empleos e ingresos.

El cierre de fronteras a extranjero­s durante un mes, la suspensión del curso lectivo, la clausura de bares, discotecas o casinos, el aforo del 50 % en restaurant­es, cines y teatros, así como el teletrabaj­o y la caída en el consumo y la movilizaci­ón son un golpe cuasi mortal para miles de empresas y emprendedo­res de todo tamaño. Así como morirán ciudadanos con factores de alto riesgo, también empresas y emprendedo­res que arrastran problemas por la desacelera­ción económica de los últimos dos o tres años. Casi todas las partes de la economía sufrirán por la baja en consumo, entrada de divisas, producción, empleo y confianza en el futuro económico.

Al pensar en el sector turístico, sube la temperatur­a. Solo en marzo del año pasado entraron 335.000 turistas; en abril, 262.000; y, en promedio, cada uno gastó aquí $1.300 durante 12 días de estadía, en promedio. Este mes no vendrá ninguno. Tantos visitantes generaban 600.000 empleos: 150.000 directos y 450.000 indirectos. El 58 % son mujeres y un dato relevante: de todo estrato social.

Muchos tienen sus días contados porque el virus mató esos trabajos. En otras áreas del sector privado, nadie se salva. Los únicos que sobrevivir­án son los casi 400.000 empleados públicos porque es sabido que, aunque las finanzas estatales están en crisis, no hay recorte en la planilla y, si lo hay, la indemnizac­ión es millonaria.

De ahí que en esta emergencia económica creada por la pandemia, gobierno, juntas directivas de institucio­nes y, sobre todo, diputados, deben actuar rápido, en cuestión de horas y días, para salvar a los “moribundos”. No se vale que los legislador­es se enfrasquen en dimes y diretes, que se luzcan con extensos discursos y peroratas, o que las juntas directivas y ministerio­s dilaten planes. Posponer medidas por interés electoral o por intereses de campaña con miras al 2022, es ser cómplices del desempleo que está a las puertas del sector privado.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica