Dirigencia probará medidas paliativas
Ante el impacto directo que genera el nuevo coronavirus en el mundo, y en específico en el fútbol de Costa Rica, los presidentes de los equipos de la Unafut y dirigentes de la Fedefútbol probarán medidas paliativas para mitigar la crisis que se avecina, tras detenerse todos los campeonatos, como mínimo, hasta el 13 de abril.
De momento, los dirigentes se centraron en tres campos: la creación de un fondo de solidaridad para que los equipos recurran a él y puedan solicitar préstamos sin intereses; buscar la colaboración con instituciones gubernamentales para crear una ley de reactivación del deporte en general, e involucrar a los futbolistas en las reuniones, con el fin de conocer sus ideas y así cumplir con las obligaciones con ellos.
Ese fondo será administrado por Unafut, y el planteamiento inicial es recurrir a FIFA y Concacaf para conocer opciones de una inyección económica.
Asimismo, se estableció realizar un partido de las estrellas en el que los aficionados voten por sus jugadores favoritos mediante un pago, así como efectuar una gran final entre el campeón del Apertura 2019 (Herediano) y el del Clausura 2020, cuando se dé la autorización para jugar de nuevo.
Cronograma se cumpliría. De igual manera, los jerarcas apuntan a no declarar desierto el Clausura 2020 y cumplir con las siete fechas de la fase regular y las etapas finales. Durante la reunión que se efectuó este miércoles se determinó que es posible acomodar el calendario si se reanuda la competencia el 13 de abril o, incluso, a mediados de mayo.
Sobre el fondo de solidaridad, Fernando Ocampo, jerarca de la Liga, enfatizó en que este no irá a los equipos directamente. “Es un fondo para que los clubes puedan recurrir a él. Sería administrado por Unafut para que se pida de ahí prestado sin intereses, para atacar los temas más urgentes.
”Queremos generar recursos alternativos que no estaban en los presupuestos, con el fin de que los equipos que necesiten acceder a esto, sin intereses y ante las necesidades que surgirán, puedan recurrir a ese fondo para las obligaciones que tendremos en los próximos meses”, señaló Ocampo, designado vocero de los equipos tras la reunión.
“El tema deportivo nos preocupa mucho y cada uno de los planteles deberá planificar para mantener en forma a los jugadores. Lo otro es el asunto comercial y económico, que es muy complejo.
”En esta área no es que estamos pensando en dineros para los equipos, sino que es la responsabilidad que tenemos, porque hay más de 1.500 familias que dependen del fútbol. Estamos muy preocupados, hay obligaciones que cumplir y, sobre esta base, debemos ser lo más creativos”, añadió.
El dirigente erizo recalcó que desde este miércoles todos los planteles de Primera División suspendieron los entrenamientos y acatarán todas las órdenes que emitieron la Unafut y el Ministerio de Salud.
Por la cabeza de los directivos no pasa declarar desierto el campeonato, pues dicen que hay espacio para prolongarlo y terminar en julio, de ser necesario. Para ellos, anular el torneo sería una medida que afectaría mucho más a los clubes.
“Tenemos hasta el 13 de abril para analizar esto y consideramos que si se alarga un mes más, podríamos acomodar lo que falta del torneo hasta antes de julio. La Unafut y los presidentes haremos todo lo necesario para mantener el calendario tal y como está, pero si las circunstancias nos obligan a hacer un ajuste, hay opciones. Hoy por hoy creemos que las siete fechas que faltan se pueden acomodar muy rápido una vez se dé el banderazo. Si empezamos a mitad de abril, hay espacio; si empezamos a mitad de mayo, hay espacio”, manifestó Ocampo.
Luego de la reunión, no se especificó si los clubes seguirán pagando los salarios de manera normal a sus empleados o si buscarán acuerdos en tiempos de crisis.