Consumo eléctrico en Costa Rica cayó un 5,12%
vIENE dE LA PÁGINA 7
La disminución de la actividad económica por los efectos del coronavirus en el país ha reducido la demanda de electricidad en 5,12% en las últimas dos semanas.
Así lo reflejan las cifras del Centro Nacional de Control de Energía (Cence). El cálculo se hizo a partir de una comparación del consumo promedio diario de tres semanas antes de las medidas tomadas por el gobierno y el mismo promedio en los ochos días comprendidos del 16 al 24 de marzo.
En esos ochos días, el Ejecutivo adoptó medidas de prevención para la propagación del covid-19. Entre esas están el cierre de fronteras a extranjeros, interrupción del curso lectivo, prohibición de actividades de corte masivo, así como clausura de bares, casinos y discotecas.
Entre tanto, centros comerciales y restaurantes no pueden superar el 50% de su capacidad. Templos e iglesias están cerradas.
Al considerar el promedio diario nacional de energía antes de dichas medidas, la demanda era de 32,2 Gigavatios-hora (GWh). Un GWh equivale a un millón de kilovatios hora.
En cambio, ahora el promedio ronda 30,5 GWh. La diferencia de 1,6 GWh equivale a 5,12% menos.
¿Dónde se refleja más la caída? Salvador López, director del Cence, confirmó que esa “disminución significativa” les hace ver ya una salida en la demanda de la industria de consumo y comercio, principalmente localizada en la Gran Área Metropolitana (GAM).
López agregó que seguirán monitoreando el comportamiento del consumo para futuras actualizaciones.
Rurales. Erick Rojas, gerente de Conelectricas R. L., explicó que, entre las cooperativas de distribución rurales, la más afectada por esta caída en la demanda es Coopeguanacaste R. L. cuya área de cobertura es de las más impactadas por el desplome del turismo.
En esa provincia, cadenas de hoteles paralizaron actividades y suspendieron contratos o acortaron jornadas a sus trabajadores.
Otras cooperativas del Consorcio Nacional de Empresas de Electricidad de Costa Rica R.L (Conelectricas R.L.) son Coopesantos R.L, Coopealfaroruiz R.L. y Coopelesca R.L (zona norte).
Por orden del Ministerio de Salud, desde del 19 de marzo hasta el 25 de abril, el gobierno cerró fronteras a extranjeros para tratar de frenar la propagación del covid-19.
Solo en llegadas de visitantes internacionales, Costa Rica reportaba, a marzo del 2019, unas 335.000 personas y, a abril de ese año, 262.000, principalmente de Norteamérica y Europa, indican datos del Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
“Mucho de la caída en el consumo es la disminución
“muCHo dE LA CAÍdA EN EL CoNSumo ES LA dISmINuCIÓN dE ACTIvIdAd ECoNÓmICA Por AuSENCIA dEL TurISmo Y mENor CoNSumo EN LAS mAÑANAS AL INTErrumPIrSE EL CurSo LECTIvo”.
Erick Rojas
Gerente de Conelectricas r. L.
de actividad económica por ausencia del turismo y menor consumo en las mañanas al interrumpirse el curso lectivo”, explicó Rojas.
Desde el 17 de marzo, el gobierno suspendió el curso lectivo hasta el 13 de abril en centros públicos y privados.
En condiciones regulares, añadió Rojas, las cooperativas tienen más demanda de electricidad a primera hora de la mañana, especialmente de hogares donde, asegura, suelen encenderse las cocinas para preparar los desayunos de los estudiantes.
“En estos días, esa demanda ha caído mucho más o se distribuye de otra forma durante el día, al cambiar las rutinas y horas habituales de alimentación en las familias”, comentó.
Carlos Montenegro, director ejecutivo de la Cámara de Industrias, también aseguró que hay “caída como obvio reflejo de actividades paradas total o parcialmente, como turismo y comercio”.
Industria. Sin embargo, los industriales prevén pronto un impacto similar en su actividad.
Según el representante, la demanda de sectores como turismo y comercio de productos industriales se verá afectada, solo que con algún rezago.
“Hay empresas con inventarios en este momento, pero sí tememos una caída en la demanda para los próximos meses. Además, como prevemos mayor desempleo, también habrá menos liquidez y, con ello, menos demanda de bienes industriales”, explicó.
Montenegro también presagia una caída en la demanda eléctrica de las industrias.