Una moratoria lesiva
El proyecto de ley para autorizar una moratoria para el pago de alquileres durante tres meses está mal pensado y parece partir de la absurda noción de que quienes tienen una o algunas viviendas para rentar es gente adinerada.
La suma que se acumulará sería pagada en cuotas del 5 % mensual, es decir, el arrendatario tardaría 20 meses en retribuir lo correspondiente al periodo de gracia. En la redacción de la ley, se omite que el dinero perderá su valor y si el inquilino decide irse antes de los 20 meses, será difícil cobrarle.
Miles de personas, la mayoría adultas mayores, no tienen pensiones altas y, para salvaguardar sus ingresos, han invertido en viviendas de alquiler de diferentes dimensiones, según sus posibilidades, y de ello viven.
El proyecto no hace diferencia entre viviendas populares y mansiones alquiladas hasta por $15.000 al mes; además, crea inseguridad jurídica, pues afecta el patrimonio y la inversión futura. Asimismo, por esta razón, las hipotecas resultarán más costosas.
El arrendador deberá seguir pagando impuestos municipales y dando mantenimiento a las viviendas, lo cual podría disminuir considerablemente su flujo de caja, especialmente a los que tienen las propiedades hipotecadas.
El sector inmobiliario ya resultó golpeado cuando fueron aprobados los impuestos de la reforma fiscal. A corto plazo, nadie en su sano juicio le alquilará a quien no le pague de inmediato.
Llego hasta aquí: a buenos entendedores, pocas razones. Confío en que prevalezca el buen juicio.
El cese de pagos de alquiler durante tres meses golpeará a quienes viven de este negocio