Hospitales preparan al personal para primer gran impacto de covid-19
Psicólogos y psiquiatras contienen ansiedad y miedo por coronavirus
Los hospitales de la CCSS preparan física y emocionalmente a su personal; principalmente a quienes laboran en atención directa de pacientes, para que no sucumban con el primer gran impacto de la ola de enfermos que podría provocar la pandemia por covid-19 en Costa Rica.
En estas primeras semanas se ha recurrido a reducir la cantidad de funcionarios en trabajo presencial en algunos centros de salud: aquel que no es realmente necesario aún, va a vacaciones o teletrabajo.
Entre quienes permanecen en primera línea de batalla están los que laboran en Emergencias y Cuidado Intensivo, y los responsables dela atención de los pacientes internados. También personal de farmacia y laboratorio, los Ataps(Técnic osen Atención Primaria en Salud) de los Ebáis, y el personal médico y de redes que ahora realiza la consulta en modalidad telefónica.
Por ahora, ellos desempeñan sus funciones en los roles asignados y con los periodos de descanso normales.
“La intención es no recargar de trabajo como una medida de protección, igual que las vacaciones. Buscamos disminuir la cantidad de contagios al tener menos personal en esta primera fase. Todo trabajador es necesario, pero no es imprescindible que todos estén al mismo tiempo”, explicó el jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Nacional de Niños, Max Figueroa Malavassi.
Los centros de salud también intentan distribuir la carga preparando a sus trabajadores para lo que viene, pues por ahora Costa Rica no ha entrado en el pico máximo de casos.
De esta forma, Costa Rica pretende evitar, en la medida de lo posible, las escenas de hospitales desbordados y personal de salud extenuado y ‘quemado’ como se han visto en Italia, España o Estados Unidos.
Hasta este sábado, en el país se tenían confirmados 295 personas con el nuevo coronavirus y dos fallecidos. De ellos 15 están internados, seis en Cuidado Intensivo.
De los contagiados, 52 son trabajadores de la salud, informó Román Macaya, presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Sin embargo, los números aún son bajos, pues el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, advirtió que todavía no se ha llegado al pico de la curva.
Contención y pausas activas.
Desde el nivel central de la Caja, y con apoyo de la Coordinación Nacional de Psicología, se ha instruido a los centros de salud hacer planes de ayuda al personal para enfrentar la ansiedad, la angustia y el estrés que esta crisis les va a provocar, dijo Marta Vindas González, encargada de ese despacho.
Si bien es cierto muchos de estos funcionarios están entrenados para trabajar en situaciones de alto estrés laboral, una de las enseñanzas que ha dejado covid-19 en todo el mundo es que tiene el potencial de sobrepasar cualquier capacidad de respuesta.
En estos días, que aún no son críticos en Costa Rica, a los trabajadores se les refuerza la idea del autocuidado (comer bien y a sus tiempos, procurar dormir lo necesario y realizar actividad física). Son formas
“
SOMOS CONSCIENTES DE QUE EN POCAS SEMANAS NOS VAMOS A ENFRENTAR A LO MÁS FUERTE. TODOS SOMOS CONSCIENTES DE LO QUE SIGUE”.
Max Figueroa
Jjefe de Psiquiatría,
Hospital de niños.
para administrar la energía y guardar fuerzas.
Uno de los hospitales que ha requerido un acompañamiento más cercano es el San Rafael de Alajuela. Ahí, según reconoció Vindas, el personal entró en crisis desde el principio, cuando se detectaron los primeros trabajadores contagiados tras el contacto con un médico enfermo.
“La primera línea de impacto sufrió angustia, ansiedad y culpa por exponer también a sus familias a la infección con el nuevo coronavirus”, reconoció Vindas.
A tiempo. El colapso de los servicios de salud en otros países se ha presentado porque la gente no tomó a tiempo medidas para cortar la transmisión, y esto provocó un incremento acelerado de la demanda de hospitalización, especialmente de Cuidado Intensivo.
Esto es lo que se pretende evitar en Costa Rica con las acciones que se toman desde que se registró el primer caso de covid-19, el 6 de marzo.
Por eso, las autoridades del Ministerio de Salud y de la Caja le han pedido a la población no salir de sus casas, no organizar ni acudir a actividades masivas, proteger a sus mayores y respetar las medidas de mitigación ordenadas desde el Poder Ejecutivo.
“Estamos usando estrategias específicas para prevenir o tratar el burn out (síndrome del trabajador quemado por el exceso de trabajo o estrés) y las llamadas pausas activas. La situación de crisis sí la tenemos con el recurso humano, principalmente en los centros donde se han confirmado casos positivos”, comentó Vindas.
Un ejemplo reciente lo dio el Hospital San Juan de Dios, que ha organizado pausas activas para los trabajadores y para que los usuarios del hospital se den cuenta de que el personal está preparado para esta emergencia.
Según Virias Mejías, jefa de Enfermería del San Juan, esas pausas se hacen a las 10 a. m., a las 6 p. m. y la última a la medianoche. Son unos 15 minutos para rezar y darse ánimo.
El gerente médico de la
Caja, Mario Ruiz Cubillo, asegura que la institución toma todas las previsiones en personal, equipo e infraestructura para el peor de los escenarios, esperando, sin embargo, lo mejor.
En esa vía, se acompaña al personal con primeros auxilios psicológicos, a pesar de que la CCSS solo cuenta con 280 psicólogos para todo el país.
La ventaja, comentó Vindas, es que se canceló la consulta externa en Psicología de manera temporal, y esto ha permitido dedicar tiempo a la atención de crisis en hospitales clave, como el de Alajuela, donde la infección de personal y el registro de la primera muerte por covid-19 ahí de un reconocido médico alajuelense, generó gran ansiedad.
En el caso del nuevo centro único para la atención de estos enfermos respiratorios, que funcionará en las instalaciones del Centro Nacional de Rehabilitación (Cenare), se tuvo que dar contención al personal por todos los cambios que hubo para ellos.
“Parte de la preparación es mantener al personal saludable. Una porción está con la mínima exposición para tenerlo disponible la mayor parte del tiempo cuando se presente el momento crítico”, advirtió Max Figueroa.
Lista de reemplazos. La Caja tiene, además, un plan de sustitución de aquellos funcionarios que enfermen, sean enviados a cuarentena o caigan rendidos por la atención de esta crisis, confirmó Walter Campos Paniagua,
subdirector de la Dirección de Administración y Gestión de Personal de la Caja.
Esta institución maneja una base de 10.000 trabajadores interinos, que son quienes usualmente realizan sustituciones por incapacidad.
Se recurrirá a ellos en un primer momento para reemplazar a quien enferme o se agote.
Además, la CCSS cuenta con una bolsa de empleo con más de 360.000 oferentes que incluyen todo tipo de puestos, desde personal de salud hasta choferes o trabajadores de mantenimiento, a quienes se podría recurrir en caso necesario.
A estas personas se les envió un correo para que actualicen su perfil.
“La Junta Directiva lo que abrió fue un procedimiento de sustitución que posibilita a los centros a sustituir personal temporalmente por covid-19. Son sustituciones temporales, por el tiempo que dure la emergencia.
“También estamos trabajando en los perfiles de difícil reclutamiento, como los terapeutas respiratorios y los técnicos en imágenes médicas. Ya se ha hablado con colegios profesionales y universidades, que nos han facilitado todo el directorio de quienes están disponibles para recurrir a ellos en caso de escasez”, informó Campos.
¿Hasta cuánto personal temporal se puede contratar? No se sabe. El número de casos de covid-19 en Costa Rica lo determinará.
“Nunca, nunca, nunca habíamos tenido una situación tan especial. No sabemos cuánto podemos contratar. Para esto, hay un fondo de emergencia definido por las autoridades de la institución”, comentó el funcionario en alusión a los ¢65.000 millones que dispone la CCSS, por ahora, para la atención de esta crisis.