Documental muestra un viaje por todo el mundo sin humanos
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Sin dudas, el meme del Parque Metropolitano La Sabana cargado de dinosaurios ante la ausencia de personas es muy gracioso, pero más allá de los chistes y bromas, el aislamiento del ser humano ha provocado manifestaciones naturales que han sorprendido al planeta entero.
Una de estas expresiones de la naturaleza que más ha asombrado ocurre en Venecia, ciudad cuya agua recupera su color cristalino y se ha cargado de peces.
Ya son muchas las recopilaciones fotográficas que muestran al mundo desolado en humanos, pero florecido en recursos naturales. La tragedia de la pandemia del coronavirus ha provocado imágenes muy fuertes que comentan nuestra relación con el entorno.
En el 2010, el cineasta estadounidense Peter Bo Pappmund comenzó una trilogía documental sobre los paisajes latinoamericanos, que tuvo inicios con el filme Psychohydrography y luego sería completada con Tectonics y Vulgar Fractions.
Tras la inclusión de la primera cinta de dicha saga en la plataforma de streaming Mubi, conviene repasar el impacto que provocan estas imágenes en nuestra mente.
se encuentra disponible en la plataforma mubi (puede descargarla en el Play Store o visitando mubi.com) y estará disponible hasta el 23 de abril.
de aislamiento y cuarentena, la plataforma ha reducido el costo de inscripción a un dólar a cambio de tres meses de contenido.
oportunidad excepcional y única para adentrarse en esta plataforma que funciona con una cartelera que agrega y elimina una película cada día.
¿Cómo adquiere un simple paso de agua tanto lirismo? Por doloroso que parezca, la vida propia que cobra el flujo se mira gigantesca y vigorosa en medio de ciudades fantasmas, donde el sonido de la línea del tren le da música propia a un recorrido en solitario en que se sumerge el espectador con el agua.
La dependencia del hombre con el agua, así como la alienación que genera la ciudad entre ambos elementos, es el pavimento que edifica el viaje que traza el documentalista durante poco más de una hora.
Es una reflexión que, en un sentido meta, simboliza al agua como la vida misma. Psychohydrography es un reposado periplo cuyo clímax ocurre en los últimos diez minutos, cuando la puesta en escena trasciende y ofrece sonidos e imágenes que no se olvidan.
Tan solo por ese final, ha valido la pena el ralentizado viaje.