Marco Ureña en Corea: ‘La soledad me puede ayudar’
‘En lo personal necesito encontrarme de nuevo con mi esencia’, afirma
Marco Ureña suma casi 15 días en el Gwangju FC de Corea del Sur, el equipo que se interesó en él, lo liberó de su contrato de Alajuelense y se lo llevó al continente asiático.
Ureña habló con La Nación y confesó qué lo llevó a tomar la oportunidad en Asia. El oriundo de Palmichal de Acosta no escondió que el chance fue como una señal de Dios para hacerlo reencontrarse con su esencia, porque en el país no pasaba por un buen momento personal. Además, dijo, necesitaba un respiro.
––No es normal que en marzo haya una salida al exterior. ¿Cómo se dio todo?
—Puedo decir que solo fue Dios, no puedo tener otra explicación porque el día de mi cumpleaños pasé todo el día con mis hijos y con mi mamá en el pueblo, en Palmichal, celebrando el cumple con un almuerzo en familia. En la noche venía a dejar a mis hijos a la casa y resulta que me entró una llamada, ya tarde, y era un amigo representante, él siempre me ha buscado opciones, hasta que apareció esta en Corea del Sur.
––¿Cuánto influyó la situación extrafútbol en la decisión? ¿Necesitaba un respiro en su carrera?
—Yo siempre había pensado que era chiva jugar en Corea del Sur o Japón y lo conseguí, no dudé y dije que sí. Algo que influyó fue que, en ese momento, en Costa Rica estaba pasando un momento complicado con todo lo que pasó, que ya sabemos. Al final, esto fue una señal de Dios que me estaba librando de algo peor, así que lo tomé y, como le digo, todo se dio muy rápido. Se pagó la cláusula de rescisión y listo.
”Yo hablé con Fernando (Ocampo), (Agustín) Lleida y (Andrés) Carevic y todos entendieron mi punto. Esta fue una decisión por el bien mío, sobre todo a nivel personal. Yo no estaba pasándola bien a nivel personal y ellos entendieron lo importante de sentirse bien como persona”.
––¿Necesitaba un aire, encontrarse con usted mismo? —Yo no andaba bien emocionalmente. El último año fue de muchas emociones fuertes, viví muchas cosas como lo de mi papá, también lo deportivo afecta... Yo no estaba para vivir eso, también me envolvió mucho el medio; uno, cuando vuelve a Costa Rica después de tantos años, pues no está acostumbrado a árbitros, canchas... Uno está acostumbrado a tener todas las condiciones para desarrollarse como futbolista, uno
cree que todo debe funcionar bien... Pero bueno, es Costa Rica y esa es la realidad de nuestro fútbol.
––Ya usted ofreció disculpas por lo sucedido fuera del campo, pero ¿qué le agrega a la afición de Alajuelense?
—Los que hemos vivido fuera de Costa Rica sabemos que no es fácil, pero no es para todos, hay que darle gracias a Dios por las oportunidades que nos da y disfrutarlas. Él me sacó de Costa Rica de forma positiva, no me arrepiento de lo que pasó allá; aunque sí me duele el daño que le pude hacer a mi familia y la decepción en algunos aficionados, pero bueno, es parte del aprendizaje de la vida, son circunstancias que se dan.
”En la parte futbolística, hice un buen torneo, pero en la parte personal, sí necesito encontrarme de nuevo con mi esencia y la soledad de acá me puede ayudar a encontrarme con el Marco que salió de Palmichal de Acosta”.
––¿Hay alguna deuda pendiente con Alajuelense?
—Por supuesto, que la afición se identifica mucho con uno, vive las alegrías diferentes. Soy liguista, obviamente, y siempre agradecido con ese apoyo. Yo siempre he pensado que la vida nos da lo que nos tiene que dar, pero estoy consciente de que ese torneo, el pasado, fue casi perfecto y solo faltó el campeonato. Al final, quedamos con un sabor agridulce y con final amargo, pero yo di todo de mí, creo que mis compañeros también. Fuimos víctimas del formato de campeonato; al final, no vale la pena ser primer lugar.
”Yo de esto siempre hablé con Fernando Ocampo; yo creo que se debería jugar como en Dinamarca, a dos vueltas entre todos y luego cinco partidos más para definir descendido y campeón, los primeros cinco peleaban por el torneo, y los otros el descenso”.
––¿No temió aceptar el reto en Corea del Sur por ser uno de los países de Asia donde el nuevo coronavirus golpeó con fuerza?
—Yo, sinceramente, cuando me dieron la noticia de que todo estaba listo, realmente, ni pensé en eso, porque creo en Dios. Yo he aprendido que sabemos dónde nacemos, pero no dónde morimos. Acá estoy en un país seguro; obviamente, sí pregunté sobre cómo estaba la cosa y me contaron que estaba muy controlada y que estaban en vida normal, eso me dio tranquilidad, pero nunca me preocupé mucho tampoco.
”Cuando uno sale de Costa Rica, se da cuenta de cómo lo valoran. Acá tenían descrito todo sobre mí, hasta me dijeron cosas que uno olvida o, bueno, que no se olvidan, pero que por nuestra cultura, que no nos tiramos flores, nos reprimimos, pues, si no, la gente piensa ‘que juega vivo’. El respeto que me tiene el entrenador y jugadores me motiva mucho, yo solo quiero seguir cosechando logros”.
––En la página del equipo, lo tienen como una gran figura. ¿Cuánta responsabilidad le da esto?
—Sé que esperan mucho de mí, pero esa responsabilidad la tengo siempre y espero darles muchas alegrías a los que confiaron en mí.
––¿Cómo va la adaptación? ¿El idioma, la comida?
—La adaptación muy bien. Yo disfruto mucho la aventura, este es mi sexto club, he hecho como diez mudanzas; uno sabe lo básico que necesita para vivir. Respecto a los idiomas, tengo facilidad, pues sé inglés.
––Llega a un fútbol dinámico y rápido. ¿Le sienta bien a sus condiciones?
—Ya me he empapado del fútbol coreano y hay una velocidad impresionante en el aspecto mental, acá hay condiciones, canchas, centro de entrenamiento, todo es de primer mundo.
––¿Le preocupa la Selección Nacional? Porque, normalmente, los que se han ido a esa parte del planeta no son tomados en cuenta.
—Yo, realmente, no debo demostrar nada. Yo lo que creo es, con la experiencia que uno tiene, más bien es una necesidad en la Selección Nacional; obviamente, la decisión de si uno está o no es de Rónald (González). Por ejemplo, hablando en mi puesto, yo, hoy en día, si viene la eliminatoria sería el más indicado para jugar, yo jugué toda la pasada, sé lo que significa jugar un torneo como ese y en mi puesto, con el respeto de los demás, nadie ha tenido mi experiencia.
”Si usted me pregunta a mí: ¿Quiere ir a la Selección? Pues si me necesitan, yo voy, pero si no me llaman, tampoco me pondré a llorar, yo ya estoy en una edad en la que disfruto las cosas y entiendo muchas decisiones”.
“Acá estoy en un país seguro; obviamente, sí pregunté sobre cómo estaba la cosa y me contaron que estaba muy controlado”.