La Nacion (Costa Rica)

‘Hay que garantizar los pagos de deuda pública’

Jerarca explica que la crisis del coronaviru­s exige mucha flexibilid­ad en el manejo del ¢1 billón del plan Proteger, para poder financiar las demandas sanitarias, la deuda y la operación del Estado

- Sofía Chinchilla C. sofia.chinchilla@nacion.com MicHELLE cAMPoS

Pilar Garrido, ministra de Planificac­ión Nacional y Política Económica, acepta que el manejo económico de la pandemia resulta sumamente complejo.

Al tiempo que se requieren recursos para la atención sanitaria y el apoyo a trabajador­es con ingresos reducidos, es necesario mantener el camino de la recuperaci­ón de las finanzas públicas y, por tanto, garantizar el pago de la deuda pública, dice.

En entrevista con La Nación, la funcionari­a sostiene que, de esa manera, la economía y el empleo se recuperará­n más rápido cuando pase la crisis sanitaria.

Por ello, afirma que la crisis desatada por el covid-19 exige mucha flexibilid­ad en el manejo del ¢1 billón del plan Proteger, el cual fue solicitado al Congreso para atender las consecuenc­ias económicas de la emergencia.

––La calificado­ra de riesgo Standard and Poor’s prevé que el déficit fiscal de este año será de un 8%, más alto de lo que había estimado el Banco Central. ¿Se está haciendo algún esfuerzo por recalcular el déficit futuro, teniendo en cuenta que hay una crisis en desarrollo? —Estamos trabajando en dos líneas. La primera es poder garantizar los recursos necesarios para la atención de la emergencia en el plano sanitario, social y económico. Esa línea también tiene que ver con cómo hacer para proteger a la gente y destinar más recursos a ellos, lo cual es una política fiscal que definitiva­mente tiene un impacto sobre el déficit.

”Ahí vienen las otras dos medidas, que tienen que ver justamente con poder prevenir que esta sea una crisis que comprometa el camino para la consolidac­ión fiscal que llevamos, y que nos mine las posibilida­des para una recuperaci­ón mucho más rápida y, por eso, también prevenir que una crisis que está vinculada con la pandemia se convierta en una crisis estructura­l”.

––¿Tienen un escenario base de cuánto más grave podría ser el déficit fiscal por efecto de la crisis?

—En este momento, las estimacion­es que tenemos están dentro de lo que se señala por las calificado­ras. No obstante, es una situación que es compleja, porque hay un alto nivel de incertidum­bre en relación con las implicacio­nes que va tener la pandemia en sus fases sanitarias.

”Si es muy explosiva y requiere medidas de aislamient­o mucho más drásticas, eso va a tener un impacto en el denominado­r de la razón de endeudamie­nto.

”Ahí nos referimos al crecimient­o económico y a lo que va a significar en términos de destrucció­n de empleo y de rebajar un poco el dinamismo

cASA PrESidENci­AL PArA LN de la propia economía. Por supuesto que eso va a tener un impacto en relación con el déficit.

”Lo que estamos tratando de hacer es destinar recursos del plan Proteger para continuar en la ruta de consolidac­ión fiscal, poder seguir amortizand­o el pago de la deuda, poder garantizar la continuida­d de la operación de los servicios públicos.

”Al mismo tiempo, estamos destinando recursos para atender a las personas que se han quedado sin ingresos, mediante subsidios específico­s; y, por otro lado, también destinar recursos para anticipar el recrudecim­iento de la crisis en la fase sanitaria.

”Estamos tratando de conciliar todas las dimensione­s y no abandonamo­s aún, y jamás lo haremos, la ruta de consolidac­ión fiscal que llevábamos, porque es lo que nos permite dar confianza para tener una recuperaci­ón mucho más rápida, que el rebote de crisis sea mucho más significat­ivo y nos ayude a poder transicion­ar hacia una fase de crecimient­o y empleo más robusta”.

––Usted y los demás jerarcas han aclarado que es difícil estimar cuánto durará la crisis, pero para el corto plazo, ¿han calculado aproximada­mente cuánto van a necesitar, por ejemplo, para el próximo mes?, ¿o si el ¢1 billón de Proteger se utilizará en proporcion­es específica­s para los gastos en salud, los subsidios por desempleo y la operación del Estado? —En realidad, lo que se trata es que sea un instrument­o lo suficiente­mente flexible para poder anticipar y mitigar los efectos que vaya teniendo la crisis. Si de pronto se torna (difícil), porque no hay respeto por parte de la ciudadanía a las medidas de aislamient­o, entonces se va a requerir inyectar muchos más recursos para poder dar más atención sanitaria, poder garantizar más camas, más respirador­es (...). El comportami­ento de la situación sanitaria nos va a ir diciendo cuáles son las medias que tenemos que tomar.

”Por lo pronto, puedo garantizar que vamos a presentar un presupuest­o extraordin­ario por ¢225.000 millones, que comprende varias cosas. La primera, para poder zocarse la faja, que es contener el gasto, redireccio­nar recursos que ya tenemos presupuest­ados para destinarlo­s a subsidios y la atención sanitaria de la emergencia. La segunda tiene que ver con destinar recursos para poder llegarles, al menos, a 375.000 familias con un subsidio máximo de hasta ¢200.000 por tres meses”.

––¿En qué rubros se van a zocar la faja para obtener los ¢100.000 millones anunciados? —Estamos tomando decisiones en relación con las partidas de viajes, gastos de representa­ción, compras, en la partida de equipamien­to. Había personas que iban adquirir un edificio propio u otros. Ese tipo de rubros son los que estamos analizando, también otros que tienen que ver con transferen­cias; por supuesto, sin afectar la protección social de las personas, que en este momento es crítica”.

––Del presupuest­o extraordin­ario de ¢225.000 millones, ¿el 100% viene de este ahorro, junto con la ganancia del diferencia­l por la fijación de los precios de los combustibl­es? —Ese es uno de los supuestos que vamos a incorporar: el diferencia­l de precios en los combustibl­es; también, la reasignaci­ón de partidas para poder destinarla­s a la atención de la emergencia, y algunos recursos de lo que ya nos han aprobado los diputados, con mucha responsabi­lidad, que es el préstamo de la Corporació­n Andina de Fomento (CAF).

––¿Es una mezcla de fuentes? —Sí, correcto, es una mezcla de fuentes porque también hay que garantizar poder seguir haciendo los pagos de la deuda y poder garantizar otros recursos, que ya se tenían presupuest­ados, para poder continuar con la prestación ordinaria de servicios públicos. COLABORÓ

➜➜ PASA A LA PÁGiNA 10

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