La Nacion (Costa Rica)

Banca afina medidas adicionale­s para deudores más golpeados por la crisis

Entidades evaluarán, caso por caso, si otorgan readecuaci­ones y hasta refinancia­miento de créditos

- Óscar Rodríguez A. oscar.rodriguez@nacion.com

Los bancos tienen varias herramient­as para atender a los deudores más golpeados por los efectos económicos del coronaviru­s, las cuales se usarán en diferentes momentos de la actual crisis.

La primera línea de atención a sus clientes, activada por la mayoría de las entidades financiera­s, fue la prórroga en el pago de cuotas de los créditos para miles de clientes por un periodo de entre tres meses y hasta 12 meses.

Esta acción permite que el pago total o parcial del principal e intereses se postergue y se traslade al final del periodo del crédito. La medida se estableció de manera masiva; hubo más de 935.000 operacione­s a las cuales se les aplicó un periodo de moratoria, principalm­ente en turismo y comercio.

Pasado este periodo, comenzará una nueva etapa de arreglos de pago que incluirán desde readecuaci­ones de los créditos hasta el refinancia­miento de la deuda de los clientes.

La diferencia, comparado con la primera etapa, es que este proceso será individual y dependerá de las condicione­s económicas de cada deudor.

“Las readecuaci­ones se realizan sobre las condicione­s actuales de las operacione­s, y en términos generales pueden implicar modificar plazos, capitaliza­r intereses y pólizas, dar periodos de gracia (solo pago de intereses), o incluso pactar ajustes en las tasas de interés”, destacó el Banco Popular por escrito.

En tanto, el refinancia­miento es el pago total o parcial de la operación financiado por la propia entidad e implica la constituci­ón de un nuevo crédito.

El objetivo de las entidades financiera­s es que la prórroga en los pagos brinde el espacio a la mayoría de clientes para superar la actual situación.

Mientras, la readecuaci­ón y el refinancia­miento quedará para las personas y compañías más afectadas por la crisis del coronaviru­s.

Para facilitar estas acciones, el Consejo Nacional de Supervisió­n del Sistema Financiero (Conassif) flexibiliz­ó, por un plazo de un año, seis normativas de supervisió­n bancaria.

Sin embargo, el principal ajuste hacia los clientes, fue el Reglamento para la Calificaci­ón de Deudores que le permitirá a los entes financiero­s mantener la misma capacidad de pago, previo a la crisis del covid-19, para así realizar los arreglos de pago aunque los

ingresos del deudor hayan disminuido.

Caso a caso. Los parámetros para determinar qué acción aplicar a cada deudor se determinar­án con base en la informació­n financiera de cada cliente. Por ejemplo, si los ingresos cayeron en su totalidad, como en turismo; o por el volumen de afectación en las ventas para el comercio, destacó Douglas Soto, gerente del Banco de Costa Rica (BCR).

“Sobre el monto de los intereses que se dejan de pagar, es una operación nueva para no cobrar interés sobre interés. Es un asunto totalmente voluntario para los clientes”, explicó Soto.

El banquero detalló que el periodo de gracia más extenso se estableció, en el caso del BCR, para la actividade­s turísticas y es de 12 meses.

Mientras, Gustavo Vargas, gerente del Banco Nacional, recalcó que los arreglos de pago se efectuarán solo con los clientes al día en sus pagos y quienes demuestren la afectación económica del coronaviru­s, pues así lo estableció la Superinten­dencia General de Entidades Financiera­s (Sugef).

“La idea es primero usar la prórroga y, una vez finalizada, vamos caso por caso. Hay empresas que tienen de tres o cuatro créditos. Para inversión, para capital de trabajo, en colones o en dólares. Primero prorrogar y luego ver otro soporte, si esta misma medida no es suficiente y se requiere otro soporte”, recalcó Vargas.

El gerente detalló que, en cada caso, será necesario hacer “los números” para buscar la salida más adecuada para cada cliente y adaptada a la realidad económica.

“La flexibilid­ad de las dos partes (deudor y el banco) es muy importante. Primero se puede hacer una extensión de la operación, pensando en un escenario positivo.

“Si las cosas se ponen peor, se vuelve a revisar”, recalcó el jerarca.

Vargas enfatizó que el objetivo es buscar las opciones que no impliquen mayores gastos para el deudor.

Arturo Giacomin, gerente de Banco Davivienda, explicó que las medidas de prórrogas y periodos de gracia no implican un costo a los clientes.

Pero si se requieren la generación de nuevos documentos legales, implicaría la generación de nuevos gastos de formalizac­ión.

“Únicamente las personas que requieran readecuaci­ones diferentes, podrían requerir alguna documentac­ión adicional, que se define en cada caso con el cliente”, dijo Giacomin.

En el caso de las empresas, la evaluación será individual, pues depende de la realidad de cada compañía, afirmó el banquero.

Por su parte, Adrián Álvarez, subgerente de Coopenae, destacó que la readecuaci­ón de una operación se puede realizar con una adenda o asiento en el contrato de crédito.

“Si existe una afectación en los ingresos se valida cuál es la mejor opción: prórroga, readecuaci­ón, refinancia­miento o una combinació­n de las anteriores”, explicó Álvarez.

Hugo Villalta, director de Mercadeo y Ventas de Coopeservi­dores, destacó que la solución a cada deudor dependerá del origen de sus ingresos y su actividad económica.

 ?? Diana MendeZ ?? El Banco Popular, como la mayoría de entidades, implementó primero una prórroga en el pago de cuotas. Luego analizará cada operación individual­mente. (Foto de marzo del 2019).
Diana MendeZ El Banco Popular, como la mayoría de entidades, implementó primero una prórroga en el pago de cuotas. Luego analizará cada operación individual­mente. (Foto de marzo del 2019).

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