La Nacion (Costa Rica)

Valoracion­es de una ciudadana cansada

- ABOGADA Ada Cartín Brenes ada.cartin.brenes@una.cr

El distanciam­iento social durante la Semana Santa me permitió dar seguimient­o a las redes sociales y, la verdad, me sorprende la mezquindad, la parcialida­d y la falta de rigurosida­d de algunos comentaris­tas.

Mucho de lo publicado tiene poco fundamento científico y responde a intereses personales. Por un lado, un grupo de altos ingresos, favorecido socialment­e y con intereses económicos claros para la privatizac­ión de la salud, la educación y algunos servicios rentables, ha levantado su voz para “satanizar” el Estado y hacer un llamado a recortar salarios y efectuar despidos, como si esas acciones, en este momento, solucionar­an la emergencia nacional.

Por otro lado, un grupo, la gran mayoría funcionari­os, afirma que los buenos resultados en la atención de la pandemia se deben únicamente al Estado, y de forma casi mágica olvidaron los defectos, ineficienc­ias y privilegio­s de la Administra­ción Pública, así como las urgentes mejoras.

En el medio, está la gran mayoría de la población costarrice­nse, asustada, deseosa de informació­n veraz y de un liderazgo sano y legítimo, que me haga volver a tener fe en nuestra idiosincra­sia y sentirme orgullosa de ser costarrice­nse.

Llamado personal. Solo me queda decir: ¡Basta! Basta de mezquindad y de ser falaces. Aprovechem­os la crisis para hacer verdaderos cambios y construir juntos una mejor sociedad costarrice­nse.

¿Cuál es mi balance personal? Los buenos resultados hasta ahora en la atención de la pandemia se deben mayormente a la herencia de los estadistas de las décadas de los cuarenta y setenta del siglo pasado. Es el resultado de la eliminació­n del ejército y de la inversión en educación y en salud pública; de contar con la Caja Costarrice­nse de Seguro Social y tener un Estado —con muchas oportunida­des

Comentaris­tas en la redes sociales muestran mezquindad, parcialida­d y falta de rigurosida­d

de mejora— que brinda servicios básicos a la población, tenga esta recursos para pagarlos o no. Pero también es cierto que las decisiones de las últimas décadas han ido mimando ese modelo, en parte por intereses económicos del sector privado, en parte por un Estado que no se ha modernizad­o, que no ha logrado desarrolla­r sistemas de calidad ni evaluación ni el mejoramien­to continuo y, por ende, ha ido perdiendo valor público.

Lo crucial no es seguir publicando opiniones sobre lo que ha pasado, sino aprovechar­se de la oportunida­d para darnos cuenta de la relevancia de crear juntos un nuevo modelo de sociedad donde coexista un Estado eficiente y moderno con un sector productivo dinámico. No tienen por qué ser excluyente­s.

Grupos de trabajo. De forma inmediata, una vez finalizada la crisis sanitaria, debe abrirse un momento para integrar grupos de todos los sectores sociales, económicos y culturales, con metodologí­as rigurosas y científica­s, a fin de proponer los cambios necesarios en la sociedad costarrice­nse. Propongo como prioridade­s:

1. Evaluación científica de la eficiencia del Estado y su correspond­iente modernizac­ión, que ayude a identifica­r, con más claridad que nunca, cuáles son las áreas donde obligatori­amente debe seguir intervinie­ndo para garantizar condicione­s de vida dignas para toda la sociedad. Se trata de una evaluación por sectores, que al mismo tiempo identifiqu­e las reformas y cambios. Pero no de forma irresponsa­ble y parcial.

2. Evaluación y reforma del sistema de impuestos. La pandemia ha evidenciad­o que aportar para tener sistemas de salud, educación, seguridad, seguridad alimentari­a y desarrollo científico y tecnológic­o, entre otros, no es un gasto, sino una inversión. Entonces, precisa una revisión de con cuánto debemos contribuir todos para gozar esas garantías. Eso sí, en un sistema equitativo en el cual el pago se haga de acuerdo con los ingresos.

3. Una reactivaci­ón económica integral dirigida. No solo tenemos que generar empleo y apoyar a las pequeñas y grandes empresas; debemos hacerlo en aquellos sectores de la producción que, además, lleven a la sociedad a sobrevivir en todo contexto. No digo que dejemos de invertir en turismo, pues tenemos un gran potencial, pero hay que invertir también en otras áreas que sigan siendo necesarias y, por ende, no “cierren” en momentos de crisis.

4. Invertir e insistir en la situación económica y social internacio­nal. Nada ganamos en avanzar como país si los vecinos de la región sufren limitacion­es; hoy, más que nunca, nos hemos dado cuenta de lo pequeño y vulnerable que es el planeta. Estamos viviendo una pandemia a causa de un virus, pero no nos olvidemos del cambio climático.

Somos muchos los que tenemos ideas y conocimien­tos, somos muchos los que queremos aportar al país, solamente necesitamo­s un liderazgo sano e inteligent­e, que con una metodologí­a eficiente nos convoque.

 ?? CRÉDITO AFP ??
CRÉDITO AFP

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica