Producción de caretas protectoras permitió retener 200 empleos
Gracias a una iniciativa para fabricar caretas protectoras para el personal de hospitales y centros de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), una empresa nacional pudo retener a todos sus trabajadores.
Esta compañía fue designada por la Iniciativa de Abastecimiento Local de Equipo de Protección Personal (Alepp), una alianza entre universidades e industriales, para confeccionar los implementos de seguridad.
Las caretas son fabricadas por Grupo Vargas, cuya planta se ubica en San José. Esta pudo mantener a sus 205 trabajadores y generar 50 empleos más, precisó la Cámara de Industrias de Costa Rica en un comunicado.
Grupo Vargas se dedica a la elaboración de etiquetas de papel, cajas plegadizas, manuales e instructivos, termoformado de bandejas plásticas y venta local de papeles. Sin embargo, en este momento, su labor está orientada a la elaboración de caretas para el personal de salud.
El miércoles anterior, la CCSS indicó que las primeras 30.000 unidades comenzaron a distribuirse esta semana.
Para confeccionarlas, se consideraron aspectos que permitan una fácil manufactura y acceso a la materia prima, pero manteniendo siempre el objetivo principal del dispositivo: proteger el rostro del especialista.
La próxima semana saldrán otras 50.000 caretas. La meta es alcanzar una producción de 80.000 unidades por semana, e incluso 100.000, según las necesidades de la CCSS y otras instituciones de salud.
Para lograrlo, Grupo Vargas tiene previsto iniciar, la próxima semana, labores conjuntas con una red de microempresas de costura, la cual asumirá una parte del proceso.
La intención de Alepp es incluir a otros proveedores locales que puedan producir industrialmente esta careta y ampliar el trabajo a la elaboración de cajas de intubación, batas impermeables y métodos innovadores de uso de equipos de protección personal, entre otros.
Alepp está integrado por Incae Business School, LEAD University y el Instituto Tecnológico de Costa Rica, (Tec) junto con la Cámara de Industrias, que trabajan, a su vez, con aliados del sector público y privado.
Escasez. Los retos para generar esta producción de manera eficiente y con tiempos de entrega inmediatos incluyen la aprobación técnica por parte de la CCSS, el cumplimiento de los trámites de compra de la institución y la adaptación de los procesos de manufactura con tiempos bajos de producción y calidad acorde con la normativa internacional.
La posibilidad de producir estos insumos en el país representa un alivio para las autoridades sanitarias, en momentos en que el mundo se libra una batalla para comprar este tipo de equipos de protección.
Desde el 6 de marzo, la CCSS dijo que los insumos se utilizarían racionalmente en hospitales por el riesgo de desabastecimiento global de mascarillas, batas y anteojos de protección.