Ticos vuelven de EE. UU. por temor al virus
112 regresan en vuelo chárter; unos por miedo, otros sin trabajo
Cada uno de ellos encierra una historia, pero los 112 ticos que volvieron este viernes a Costa Rica procedentes de Estados Unidos tienen algo en común.
El instinto de supervivencia y el miedo al nuevo coronavirus los llevó a tomar la decisión de retornar a casa, luego de encontrarse en Texas, Luisiana, Colorado, Arizona, Nuevo Hampshire, Illinois, Nueva York, Nueva Jersey y Misuri (todos estados estadounidenses), así como de Corea y Japón.
Alonso Rivera conversó con La Nación en las afueras del aeropuerto internacional Juan Santamaría a eso de las 11 a. m. Él relató que estaba ahí para recoger a su tío, Jorge Arturo Rivera, quien desde hace 25 años se marchó a Nueva York.
“La situación allá es complicada, sin trabajo, pagando alquileres, sin comida, sin poder trabajar; entonces, debió tomar la decisión de tomar este vuelo. Él dijo que nunca se iba a venir, que siempre se iba a quedar allá, pero por la situación y que es un tema de sobrevivencia, se tuvo que venir”, contó Alonso.
Para su familia no era fácil saber que don Jorge Arturo estaba allá, en uno de los puntos más críticos por el virus respiratorio. Como sobrino, dijo que lo mínimo que podía hacer era ayudar con ir al aeropuerto por él.
“Lo que pasa es que la hija de él está en Canadá y ella fue la que me pidió el favor de que viniera por él, porque el otro hijo vive en Sarapiquí y es doctor, entonces está atendiendo allá la emergencia sanitaria y no podía venir. Yo les hice ese favor; esa es la historia de nosotros”, dijo.
Ansias. Por su parte, Gerardo Azofeifa manifestó que estaba esperando a su hija, quien trabaja en Washington y tiene casi tres años de residir allá. Se sentía ansioso, tenía claro que no podía abrazarla ni darle un beso, pero verla a su lado era lo que necesitaba.
“Realmente, es un poco complicado. Ella hasta ahora ha estado bien, pero es incierto saber si en el tránsito en aviones y aeropuertos no contrajo la enfermedad, pero esperamos con buena fe y con lo que ella viene de protección, que eso no suceda. Ella se vino no solo porque les dieron chance en el trabajo, donde están confinados, sino también porque la situación en Estados Unidos creo que está peor que aquí”, acotó Azofeifa.
Aunque el vuelo de United organizado por la Embajada de Estados Unidos y que venía de Houston llegó a Costa Rica a las 10:30 a. m., fue hasta la 1 p. m. cuando los primeros ticos salieron de la terminal aérea.
“El viaje estuvo bastante cansado, porque el primer vuelo lo agarré el jueves y salió a las 6 a. m.; tuve que hacer escala en Houston y ahí pasé como 14 horas para agarrar este vuelo, porque los están cancelando”, reseñó Róger Quesada.
Mientras tanto, Marcela Quirós no estaba del todo satisfecha por tanta demora. “El viaje con United fue perfecto, no hubo ningún problema, pero la llegada aquí fue espantosa. Estábamos ahí desde las 10:30 a. m., nos tenían en una sala, yo traigo un perro y no me dejaban sacarlo a orinar; duramos mucho y la verdad es que eso no me pareció”, dijo.
Entrevistas y pruebas. A 20 de los 112 costarricenses que llegaron de Estados Unidos se les practicó la prueba para descartar o detectar la presencia del covid-19.
“Se les hizo la prueba a las personas que venían sintomáticas. A quienes se les tomó la prueba y a quienes no, se les hará el seguimiento diario para ver si desarrollan síntomas, cómo se van sintiendo y, además de eso, se les instruye por orden sanitaria el aislamiento, como a todas las personas que han llegado en estos días”, respondió el Ministerio de Salud ante una consulta de La Nación.
Esa medida refuerza la seguridad y la salud de ellos y sus familiares e implicó para los pasajeros una demora de entre dos y tres horas para salir del aeropuerto.
Uno por uno, ellos debían pasar a una entrevista con las autoridades y, dependiendo del caso, tenían que ir a la sala especial que se acondicionó para la toma de las muestras por parte de funcionarios del Ministerio de Salud y de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La espera se hacía larga para doña Maritza, quien no quiso dar su apellido y pidió no ser fotografiada, pero contó que estaba ahí para llevar a su hijo a casa.
“Él está haciendo un doctorado en la costa este de Estados Unidos. Él se encontraba bien de salud, perfecto, aislado en su apartamento, pero escuchó en las noticias que debía reportarse al consulado; ahí le dijeron que si quería venirse en ese vuelo, pidió los permisos a la universidad, se los dieron, y todo perfecto”, relató.
Contó que para este regreso, su hijo tuvo que viajar a Filadelfia y luego, en Houston, tomó el vuelo a suelo tico.
“Estoy muy agradecida con la Caja porque mi hijo es hipertenso desde los 14 años, y han durado tanto para salir porque, uno por uno, les están dando las órdenes sanitarias y les están haciendo una entrevista. A él y a las otras personas que tenían condiciones especiales de salud los pasaron a una sala aparte y les están haciendo la prueba. Me parece que es una muestra de nuestro servicio tan increíble”, añadió.
Ella preparó muy bien su casa para recibirlo, porque debe hacer cuarentena por los próximos catorce días, pero también tomó previsiones para ir al aeropuerto.
“Pusimos una barrera de plástico en el carro y hay dos bolsas grandes de jardín para que mi hijo meta las dos maletas. En nuestra casa se hizo el proceso, gracias a Dios, él puede estar en su cuarto aislado y todo; esperamos que todo esto resulte para bien”, finalizó.
El próximo lunes saldrá otro vuelo de Houston con más costarricenses procedentes de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido.