El valor de llegar a ser parte de la OCDE
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Ángel Gurría, hizo un llamado a crear un nuevo Plan Marshall con el fin de contrarrestar los efectos de la pandemia.
Las soluciones a este problema global se encontrarán únicamente mediante la colaboración y la acción coordinada entre países, instituciones y sectores.
Investigación y desarrollo para atender la parte sanitaria, tensiones fiscales a consecuencia de las respuestas al desempleo, el impacto en las cadenas de suministro u oportunidades en materias energética y ambiental, que nacerán en la era pos-covid-19, son asuntos que requieren abordajes de los líderes políticos, académicos y productivos del mundo.
Las nuevas políticas públicas deberán ser, idealmente, diseñadas entre todos los países de los continentes.
La OCDE no solo es un foro idóneo para la participación pasiva y activa de Costa Rica, sino también es caja de resonancia en otros, como el G20, y las organizaciones mundiales de las Naciones Unidas, Comercio y Salud, por mencionar algunos.
Es una plataforma de conocimiento que ofrece un espacio de beneficio donde compartir las fortalezas y lecciones aprendidas por Costa
Rica durante esta pandemia, la visión de un país pequeño y decidir e incidir, en igualdad de condiciones, en hallar soluciones innovadoras a los desafíos comunes en asuntos como medioambiente, energía, turismo y comercio internacional.
El estar ad portas de la membrecía le ha dado al país acceso a reuniones de diversos comités y grupos de trabajo de la organización de manera remota.
La participación ha permitido acceder, por ejemplo, a discusiones para responder adecuadamente a los desafíos del sector turístico; al diseño de acciones para impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación; a atender los retos de las empresas del Estado; a ejecutar mecanismos para apoyar a las pymes; y a tomar medidas para atender el empleo.
La OCDE es hoy más relevante que nunca, pues ayudará a Costa Rica a prepararse mejor para los retos que vendrán después de la crisis, lo cual evitará descarrilar de la senda de la competitividad y el desarrollo inclusivo.
Todo lo anterior, aunado al buen manejo de la crisis sanitaria, la estabilidad política y la diversidad de nuestra plataforma comercial, debería atraer inversionistas y turistas en la fase de recuperación.
El país ha tenido, en la crisis sanitaria, acceso a reuniones de diversos comités