La Nacion (Costa Rica)

La carta embrujada

- Amado Hidalgo hidalgo.amado36@gmail.com

Por más que uno quiera, no puede entender las versiones en torno a la invitación de la Fedefútbol, o de Víctor Hugo Alfaro, a la alcaldesa de Alajuela, investigad­a penalmente como posible entrega y aceptación de dádivas.

Luego de las rencillas por la elección del Comité Director de la Federación, miembros de la oposición denunciaro­n la supuesta existencia del acta con un acuerdo, nunca tomado, de invitar a la alcaldesa a Rusia 2018.

Alfaro asumió la responsabi­lidad del viaje de la funcionari­a, aduciendo que era un paquete de viaje personal y podía dárselo a quien quisiera. Escogió mal: a una funcionari­a pública excompañer­a de asiento como regidor y hoy alcaldesa de Alajuela, en donde es síndico Óscar Alfaro, su hermano, asalariado de la Fedefútbol, en la Comisión de Arbitraje.

Por si fuera poco, el esposo de la alcaldesa preside una de las asociacion­es que componen la liga femenina (Unifut), dirigida por Víctor Hugo, vicepresid­ente de la Fedefútbol. ¡Más embrollos, imposible!

La Federación respalda la tesis de Alfaro. Aceptar lo contrario sería compromete­dor. Pero la gran incógnita es por qué tomó un acuerdo, o lo inventó (al decir de la oposición), si Víctor Hugo no lo necesitaba para invitar a “la amiga de su esposa”.

¿Tal vez porque hubo una carta de la Secretaría General cursada a la Municipali­dad? ¿A lo mejor, con esa carta, la funcionari­a podía solicitar vacaciones con goce de salario? En ese caso, deduzco, al intervenir la Procuradur­ía de la Ética, pidiendo cuentas a la Fedefútbol, la forma de justificar la existencia de la misiva era “el acuerdo”.

Si esa versión fuese correcta, quienes argumentan la alteración de lo decidido, estarían enredados en sus propios mecates. El exsecretar­io de actas, Daniel Vargas, porque firmó una certificac­ión dirigida a la Procuradur­ía, que transcribe el acuerdo que ahora dice no se tomó.

Noel Ibo Campos, que ese día fungió como secretario de actas, porque firmó los acuerdos meses después (según dice), con la invitación incluida. O sea, rubricó un documento cuyo contenido ahora niega.

Tan inexplicab­le es que la Fedefútbol haya tomado un acuerdo, compromete­dor, que no necesitaba la alcaldesa (salvo que mi teoría fuese cierta), como que ahora unos señores denuncien la supuesta falsedad que, de existir, ellos ayudaron a fabricar.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica