Coronavirus nos llegó desde EE. UU., Brasil y Alemania, dice laboratorio
¿De qué sirve estudio con sangre de 6 pacientes? Permitirá determinar relación entre infectados y mejorar diagnóstico
El nuevo coronavirus que circula en Costa Rica no tiene el mismo genoma del que se halló en China, país donde tuvo su origen.
Su composición indica, más bien, que este proviene de Estados Unidos y de otros clusters identificados en países como Alemania o Brasil.
Esta información ya se encuentra publicada en la página nextrain.org, la cual recoge la filogenia (origen, evolución y desarrollo) de los diferentes organismos.
Para la tarde de este jueves, 4.147 secuencias de diferentes partes del mundo se habían colocado en la plataforma. De ellas, solo Costa Rica, México y Panamá registran publicaciones hechas 100% en sus países.
La información del virus que se mueve en el país surgió del análisis de seis muestras tomadas a pacientes nacionales.
Fueron cinco hombres y una mujer (tres de Alajuela, uno de Cartago, uno de Heredia y uno de San José).
Se trata de un estudio genómico; es decir, conocer el virus íntimamente, gen por gen, lo que implica secuenciar todo su genoma (la totalidad del material genético).
El trabajo fue realizado por el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa), adscrito al Ministerio de Salud.
Preliminar. Los resultados, dados a conocer en conferencia de prensa este jueves, son apenas datos iniciales, pues el país prepara un análisis mayor del genoma del virus.
“Hace años, el Inciensa utiliza técnicas para ver, a nivel de ADN, cuáles son las características de estos microorganismos, y pudimos aislar la molécula genética y la secuenciamos”, explicó Francisco Duarte, director de Genómica del Inciensa y uno de los científicos a cargo del proyecto.
“Esto nos permite usar esa información para saber y relacionar los virus, de dónde son, si los pacientes comparten virus similares, si casos están relacionados; nos ayuda con el diagnóstico”, añadió.
De acuerdo con el ministro de Salud, Daniel Salas, esta es la primera vez que se realiza una secuenciación de un virus, pues anteriormente se había hecho con bacterias.
“La idea es hacerlo de forma consistente; estos apenas son los primeros casos”, dijo.
De hecho, son solo seis casos de más de 700 que ha registrado el país, y solo son representativos del Valle Central, por lo que la investigación debe aumentar en cantidad y variedad para ver cómo se comporta la variabilidad genética del virus en suelo nacional.
Seguir secuenciado es necesario porque el virus causante de esta enfermedad tiene una mutación constante. Estos cambios no son tan dramáticos como para que se necesiten miles de vacunas distintas (posiblemente sean dos, una por cepa definida hasta ahora) o que estas pierdan eficacia en muy poco tiempo.
Este nuevo virus no muta tan rápido como los de la influenza o el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Un reporte de la Universidad de Edimburgo (Escocia) en la revista Science explica que el SARS-COV-2 (nombre del virus que provoca covid-19) muta entre dos y cuatro veces más lento que la influenza.
¿Por qué es importante? La información obtenida permite, por ejemplo, tomar decisiones a nivel de políticas públicas de salud. Como lo señala el Inciensa en un comunicado,
tener la secuencia ofrece las siguientes ventajas:
➤Contagio. Conocer la dinámica y la diversidad de la población viral, así como las rutas de transmisión en el país.
➤Análisis. Robustecer las capacidades de análisis para la red nacional de laboratorios.
➤Datos. Brindar información relevante para el Ministerio de Salud y los organismos internacionales.
➤Pruebas. Asegurar la calidad de los diagnósticos de laboratorio, brindando información acerca de la variabilidad de los bancos genéticos utilizados en las pruebas moleculares para detectar el virus.
➤Inmunización. Contribuir a proveer información que permita seleccionar adecuadamente futuras vacunas.
➤Seguimiento. Hacer la vigilancia genómica viral en Costa Rica, sin depender del envío de muestras de otros países.