Municipio de Paraíso deberá pagar a firma ¢3.500 millones
Luego de casi 20 años de procesos judiciales, la Municipalidad de Paraíso, Cartago, deberá hacer frente al pago de ¢3.500 millones en cumplimiento de una sentencia.
Con esa suma, indemnizará a la empresa de plantas ornamentales Pelarica, que estuvo instalada en Orosi, pero que otra decisión judicial la obligó a retirarse de la zona.
Por esa razón, la firma demandó al ayuntamiento, que perdió el proceso desde la primera instancia. Más tarde, el fallo fue confirmado por la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia.
El 24 de abril, el gobierno local fue informado de que debe ejecutar la sentencia, obligación que lo pondrá en apuros económicos, como lo confirmó el alcalde, Carlos Ramírez.
“Sumamente preocupado por esa condena de $6,2 millones, y sin espacio de maniobra en el campo legal. Lo único viable era presentar la apelación del monto, para tratar de rebajarlo, porque es un golpe económico muy fuerte para nuestra municipalidad”, manifestó Ramírez.
Sin embargo, ya el tiempo de apelación pasó, pues el caso llegó hasta la última instancia judicial. El jerarca adelantó que en los próximos días hará un informe público sobre este caso a la comunidad.
“Posteriormente, tendremos que analizar si hubo responsabilidades administrativas que no se cumplieron en este proceso”, advirtió la cabeza del municipio.
De igual forma, el regidor y exdiputado Jorge Rodríguez expresó su inquietud por el golpe al presupuesto de este gobierno local.
“Es como dejarle a la Municipalidad la tercera parte de su presupuesto. Es muy preocupante la situación y nos debe desvelar a todos”, manifestó Rodríguez.
Larga historia. Los hechos que dieron origen a ese fallo datan del 2001, cuando un vecino de Orosi presentó un recurso de amparo contra varias instituciones estatales y la Municipalidad de Paraíso por permitir el funcionamiento de Pelarica.
Entre otros aspectos, el recurrente alegó contaminación del paisaje, debido a que la firma colocó toldos blancos de gran tamaño, bajo los cuales crecían las plantas. Dos años más tarde, mediante resolución 06324 del 4 de julio del 2003, la Sala Constitucional le dio la razón.
“Se declara con lugar el recurso por contaminación visual de la belleza escénica del valle de Orosi. En consecuencia: a) se ordena a la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (...) tomar inmediatamente las medidas necesarias y suficientes para suprimir la contaminación visual producida por los techos blancos de la empresa Pelarica, S. A.; b) se ordena a la Municipalidad de Paraíso fiscalizar la ejecución de la disposición ordenada anteriormente, y dictar un plan regulador que garantice el respeto a la belleza escénica del valle de Orosi (...)”, señala la resolución, entre otros aspectos.
Dadas las consecuencias de ese fallo, la empresa demandó, en el 2004, al gobierno local y al Estado, pues le había concedido los permisos para instalarse y su inversión se veía amenazada.
Por eso, acudió a los tribunales contencioso-administrativos a reclamar el pago de daños y perjuicios. Exigió, en ese entonces, ¢4.800 millones.
En febrero del 2012, el ayuntamiento paraiseño fue condenado al pago de daños y perjuicios. En ese mismo año, Pelarica concluyó actividades en el país, lo que dejó a decenas de trabajadores, especialmente a mujeres de la región, sin empleo.