India afronta virus, ola de calor y plaga de langostas
NUEVA DELI. Como si el coronavirus no fuera suficiente, India lidia esta semana con temperaturas abrasadoras y la peor plaga de langostas en varias décadas, mientras las autoridades se preparaban para poner fin a meses de confinamiento, pese a registrar miles de nuevas infecciones cada día.
Este triple desastre provocó comparaciones bíblicas y obligó a las autoridades a intentar equilibrar la demanda simultánea de varias crisis de salud pública: protección ante un calor infernal, pero también distanciamiento social en los parques y mercados recién abiertos.
La ola de calor amenazaba con complicar la contención del virus, que ha empezado a expandirse más rápido y a más lugares desde que el Gobierno empezó este mes el levantamiento de restricciones tras una de las cuarentenas más estrictas del mundo.
Sin agua. Las temperaturas alcanzaron esta semana los 50 grados en Nueva Deli, la capital del país, y en el árido estado de Rajasthan, después de registrar el abril más caluroso del que se tiene registro.
India sufre graves desabastecimientos de agua y decenas de millones de personas carecen de agua corriente y aire acondicionado, de modo que muchos buscan alivio en las sombras de árboles en parques y en las antiguas infraestructuras para acumular agua de lluvia.
El ciclón Amphan, una enorme supertormenta que cruzó la semana pasada la bahía de Bengala, absorbió una gran cantidad de humedad, haciendo que los vientos cálidos y secos provocaran una ola de calor en parte del centro y el norte de India.
Al mismo tiempo, bancos de langostas del desierto arrasaron cosechas en el centro del país, amenazando una región vulnerable y afectada por la crisis del virus.