Parlamento de China avala ley para restringir protestas en Hong Kong
››‘Es el fin de Hong Kong’, dijo diputada prodemocracia al conocer la medida
PEKÍN. El Parlamento de China adoptó este jueves la polémica ley sobre la seguridad nacional en Hong Kong, como respuesta a las grandes manifestaciones prodemocracia del año pasado en la excolonia británica, y pese a las amenazas de sanciones de Estados Unidos.
Como se esperaba, los casi 3.000 diputados de la Asamblea Nacional Popular (ANP) china adoptaron esta medida que ha reactivado las protestas en Hong Kong. Solo un diputado votó en contra y seis se abstuvieron.
Retroceso. En Hong Kong, los opositores demócratas a la influencia del gobierno central afirman que la medida abre el camino a un retroceso sin precedentes de las libertades en esta metrópolis financiera de siete millones de habitantes.
“Es el fin de Hong Kong”, dijo Claudia Mo, diputada prodemocracia en el Consejo Legislativo hongkonés. “A partir de ahora, Hong Kong será una ciudad china como las otras”.
Joshua Wong, una de las figuras más destacadas de la oposición, estimó que la futura ley iba a “matar los movimientos democráticos” en el territorio autónomo.
En el bando pro-pekín, la jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, se felicitó por la votación en el Parlamento nacional.
“Esta decisión no afectará a los derechos y libertades de los hongkoneses. Al contrario, ayudará a Hong Kong, a largo plazo, a poner fin a la violencia y al caos”, afirmó el diputado Martin Liao afecto a China.
Estos últimos meses, la movilización se había interrumpido debido a las medidas sanitarias para frenar la epidemia de covid-19, pero miles de manifestantes salieron el domingo de nuevo a la calle para protestar contra el proyecto de ley, anunciado solo tres días antes.
Propósito de la ley. Esta ley deberá “impedir, detener y reprimir toda acción que amenace de manera grave la seguridad nacional, como el separatismo, la subversión, la preparación o la ejecución de actividades terroristas, así como las actividades de fuerzas extranjeras que constituyen una injerencia en los asuntos” de Hong Kong, según un proyecto que había sido sometido a la ANP.
El régimen comunista ha acusado en múltiples ocasiones a las “fuerzas extranjeras”, especialmente a Estados Unidos, de fomentar las protestas en Hong Kong. También ha acusado a los manifestantes radicales de librarse a actividades “terroristas”.
Según sus detractores, la medida supone el fin del principio “un país, dos sistemas”, que rige las relaciones entre Hong Kong y Pekín desde que el territorio fue devuelto por el Reino Unido a China en 1997.
El futuro de este gran centro financiero mundial preocupa a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos donde, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, dijo el miércoles que ya no consideraba que el territorio fuera autónomo respecto a Pekín.