NASA y Space X abren era espacial de naves privadas
››Cápsula Crew Dragon se acopla a las 8:29 a. m. a estación espacial
CABO CAÑAVERAL, EE. UU. AFP. La empresa estadounidense Spacex envió este sábado desde Florida a dos astronautas de la NASA al espacio, acabando con seis décadas de monopolio estatal en los vuelos tripulados, y dando a Estados Unidos un nuevo medio de transporte espacial por primera vez en nueve años.
Los astronautas estadounidenses Bob Behnken y Doug Hurley se vieron propulsados en diez minutos a 200 kilómetros sobre los océanos, volando a 20 veces la velocidad del sonido hacia la Estación Espacial Internacional (ISS).
Se prevé que se acople con la ISS hoy a las 14:29 GMT (8:29 a. m. en Costa Rica).
“Felicitaciones (...) por este primer viaje tripulado para Falcon 9, fue increíble”, dijo Hurley, comandante de la nave, grabado junto con su compañero durante el ascenso supersónico por una cámara a bordo.
Spacex dijo que la cápsula Crew Dragon estaba en la trayectoria correcta para llegar a la ISS, que orbita a una altitud de 400 kilómetros sobre la Tierra.
Aunque el clima amenazaba con un nuevo retraso tras el primer intento del miércoles, el cohete Falcon 9, construido por Spacex, despegó del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida, según lo previsto a las 15:22 (1:22 p. m. en Costa Rica).
Lo hizo ante los ojos de decenas de miles de personas instaladas a lo largo de las playas cercanas, y del presidente Donald Trump, que asistió en persona a lo que la NASA llama el alba de una nueva era espacial.
“Verdadero talento, verdadera genialidad, nadie hace esto como nosotros”, se ufanó Trump, quien ha prometido enviar nuevamente astronautas a la Luna para el 2024.
La buena noticia del lanzamiento cierra una semana negra en la que Estados Unidos superó el umbral de las 100.000 muertes por covid-19 y varias ciudades son sacudidas por disturbios y protestas en respuesta a la muerte por policías de un hombre negro,
“Felicitaciones (...) POR este Primer Viaje TRIPULADO Para Falcon 9, FUE increíble”. Doug Hurley astronauta
George Floyd.
“Es un sueño hecho realidad, nunca pensé que sucedería”, expresó esta semana Elon Musk, quien fundó Spacex en el 2002 en California.
El lanzamiento tuvo lugar desde la plataforma de lanzamiento 39A, la misma que utilizó el Apolo 11, la histórica misión de 1969 que posó por primera vez al hombre en la Luna.
Aporte desde sector privado. “Elon Musk aportó al programa espacial estadounidense la visión y la inspiración que nos faltaba desde hace nueve años, desde el fin de los transbordadores espaciales. Es brillante”, elogió el jefe de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), Jim Bridenstine, el viernes.
La misión se desarrolló en medio de las restricciones impuestas para contener la pandemia del nuevo coronavirus, lo que obligó a los tripulantes a permanecer en cuarentena durante más de dos semanas y someterse a múltiples exámenes de covid-19.
Desde que puso fin a su programa de transbordadores espaciales, la NASA debió pagar a Rusia para utilizar sus cohetes Soyuz y llevar a astronautas estadounidenses al espacio.
Esta misión de la cápsula Crew Dragon, llamada Demo2, resultará clave para Spacex, compañía que Musk fundó con el objetivo de desarrollar una alternativa de menor costo para los viajes espaciales tripulados.
Para 2012, logró convertirse en la primera empresa privada en acoplar una cápsula de carga a la ISS, y desde entonces ha proporcionado con regularidad servicios de reabastecimiento a la estación.
Dos años después, la NASA le encargó adaptar esa cápsula para el transporte de astronautas, para lo que pagó más de $3.000 millones a Spacex.
La empresa debía diseñar, construir, probar y operar una nave que pudiera reutilizarse para seis viajes de ida y vuelta al espacio.
Spacex realizó en marzo del año pasado la primera prueba de fuego de su cápsula -Crew Dragon- piloteada por Ripley, un muñeco cubierto de sensores cuyo nombre alude al personaje interpretado por Sigourney Weaver en la película Alien, que viene desde 1979.
El proyecto ha sufrido demoras y contratiempos de todo tipo, desde explosiones hasta problemas con paracaídas, pero así y todo Spacex superó a su competencia, el gigante aeroespacial Boeing, que desarrolla en paralelo su cápsula Starliner.
La primera etapa del cohete de 70 metros de Spacex se separó unos dos minutos después del despegue y regresó para posarse, verticalmente, sobre una plataforma anclada en el océano Atlántico.