‘Nueva’ ermita de Piedras Negras de Mora refleja el empeño comunal
Ventas de comidas, rifas, fiestas patronales, donaciones y hasta subastas ganaderas fueron parte de las actividades que organizaron los vecinos de Piedras Negras de Mora para restaurar la ermita patrimonial de Nuestra Señora de los Ángeles, que se encuentra en esa comunidad.
Este es un pequeño templo que fue construido en el primer lustro del siglo XX y que cuenta con declaratoria de patrimonio histórico-arquitectónico desde el 2007, junto con la casa cural y el salón comunal.
La pequeña iglesia, que es consagrada a la Negrita, suele ser destino de una visita multitudinaria cada 2 de agosto, cuando una buena cantidad de feligreses acostumbra peregrinar hasta allí. Por ello, los vecinos notaron que era necesario remozarla, debido al deterioro que mostraba.
El proyecto se realizó bajo el liderazgo de la Junta Pastoral y el arquitecto independiente Carlos Flores, actual vicealcalde de Mora, en un proceso asesorado por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (CICPC).
“Las personas vieron la iniciativa de la Junta, que era para un objetivo claro y empezaron a aportar. Cada fiesta en Piedras Negras, cada colón que se recogió por donaciones, cabalgatas, comidas, subastas de ganado, todo, sumó para el objetivo de la restauración”, narró Flores, el arquitecto a cargo de las obras.
Se estima que las mejoras costaron ¢13,5 millones.
El detalle. Las obras arrancaron en el 2017, cuando se cambió el techo para eliminar las goteras, se colocaron nuevas canoas y precintas, y se repararon aleros.
También se remozaron puertas y ventanas, se repusieron vidrios quebrados, se pintó la ermita por dentro y por fuera, exceptuando el cielorraso, que cuenta con un decorado artístico hecho en 1943.
La estructura de madera de la ermita está forrada externamente por unas antiguas láminas de cinc onduladas, de canal angosto, que debieron ser raspadas para quitarles la corrosión.
Se cambiaron piezas de madera comidas por el comején, láminas flojas y algunas piezas internas, para que todo quedara bien sujetado y alineado. Asimismo, se dotó la edificación de una instalación eléctrica totalmente nueva, que incluyó iluminación led para resaltar la belleza del inmueble.
“La exitosa iniciativa de la comunidad de Piedras Negras de Mora es un ejemplo de que, cuando la gente se identifica con su patrimonio, puede desarrollar proyectos de restauración exitosos”, manifestó Diego Meléndez, director del CICPC.
Además de la ermita de Piedras Negras, el cantón de Mora cuenta con otros seis templos de gran valor arquitectónico, las cuales se ubican en Corralar, Balsilla, Picagres, Jaris, El Rodeo y Llano Grande.
Según información recopilada por Flores, la construcción de esta pequeña iglesia se inició cerca de 1900. Luego, en 1952, se hizo la casa cural y, una década más tarde, la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles se convirtió en parroquia.