Muertes en Chile suben más de un 50% en 7 días
SANTIAGO. El coronavirus no da tregua a Chile, que ayer reportó 1.448 fallecidos, un aumento superior al 50% en una semana.
Tres meses después del primer caso en el país, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, informó de 4.207 nuevos contagiados y 92 fallecido, en cuestión de 24 horas.
El número de contagiados representa un incremento del 35% respecto al viernes de la semana pasada (90.638), mientras que el número de fallecidos creció un 53% en el mismo plazo.
En total, el país suma 122.499 casos desde el principio de la pandemia.
Mañalich detalló que las autoridades investigarán varios casos de posibles fallecidos por covid-19, para eventualmente adicionarlos al listado oficial.
El centro de estudio Espacio Público estimó que al menos 712 muertes atribuibles al coronavirus no fueron contabilizadas por las autoridades en los informes oficiales, debido a que perecieron sin tener una prueba positiva en abril y mayo.
Las cifras de contagio en Chile no ceden pese a que Santiago, donde viven siete de los 18 millones de habitantes de la nación, entró ayer en su cuarta semana de cuarentena general.
Las autoridades anunciaron que se incrementarán los controles, porque se necesita reducir la movilidad en al menos un 50% para que el confinamiento sea efectivo.
MANAGUA. AFP. Asociaciones médicas de Nicaragua criticaron este viernes “la injusta política de secretismo” del gobierno de Daniel Ortega en el sistema de salud, en medio de “la mayor crisis sanitaria” por la pandemia del covid-19.
Los médicos se pronunciaron luego de que el reconocido infectólogo Carlos Quant fuera despedido por criticar la falta de medidas para controlar la emergencia.
El despido del especialista “deja en evidencia el total irrespeto a los derechos humanos y laborales del personal de salud, que se ve sometido a la injusta política del secretismo y manipulación de la información”, denunciaron 32 asociaciones médicas en un comunicado.
Según ellas, Quant es “uno de los profesionales médicos de mayor reputación científica y académica” de Nicaragua, y su salida tiene la intención de evitar que el personal sanitario informe sobre la magnitud del peligro del virus.
Según cifras oficiales, unas 1.118 personas han contraído el coronavirus en Nicaragua, de las cuales 46 han fallecido entre el 18 de marzo y el 2 de junio.
Las autoridades se niegan a decretar cuarentena, cerrar las fronteras y, por el contrario, han promovido actividades masivas, exponiendo a la población a contagios.
Médicos han dicho que no se les garantiza una adecuada protección para atender a pacientes infectados, y muchos deben comprar sus propios equipos o usar plásticos para protegerse.
El lunes, las asociaciones médicas llamaron a la población a una cuarentena voluntaria, pero su acatamiento ha sido difícil para gran parte de la población, que depende de trabajos informales para obtener ingresos.
En abril, el gobierno inició una tímida campaña de prevención en sus medios de comunicación, pero al mismo tiempo no ha dejado de promover actividades públicas que provocan la aglomeración de personas.