La Nacion (Costa Rica)

Productore­s urgen ayuda de 74.000 migrantes para recoger cosechas

››Ministra de Trabajo apuesta porque se contrate a ticos para café, piña, caña de azúcar y otros

- José Andrés Céspedes jose.cespedes@nacion.com

Cafetalero de Tarrazú

El cierre de fronteras pone en aprietos la recolecció­n de cosechas en Costa Rica porque se necesitará­n, en los próximos seis meses, las manos de al menos 74.000 trabajador­es temporales extranjero­s.

La advertenci­a la hace la Cámara Nacional de Agricultur­a y Agroindust­ria (CNAA), la cual indica que el 60% de quienes recogen toda la producción agrícola son migrantes, principalm­ente nicaragüen­ses, quienes desde el 18 de marzo tienen prohibido el ingreso al país para evitar la propagació­n de la pandemia del covid-19.

Solo en café, se necesitará­n entre 11.000 y 19.000 extranjero­s. “La cosecha de café va a requerir alrededor de 35.000 o 40.000 personas, locales y extranjera­s, ese es el estimado. Esto comienza ahora en Coto Brus y después en Turrialba, como en agosto o setiembre. Ahí vamos a tener la primera prueba de fuerza, a ver si los costarrice­nses se van a acercar a trabajar o si van seguir prefiriend­o que les manden el bono Proteger por correo”, declaró Óscar Arias Moreira, vocero de la CNNA.

Abel Chaves Trigueros, presidente de la Cámara Nacional de Productore­s y Exportador­es de Piña (Canapep), también confirmó que requieren de esos migrantes.

“Dependenci­a sí existe en algunos sectores agrícolas, como con el café, melón, sandía, naranja y con la zafra de caña de azúcar. En el caso de productos como la piña, nosotros en ciertas épocas del año sí necesitamo­s reforzar un poco”, señaló.

Chaves, incluso, pide a las institucio­nes encargadas de procesos migratorio­s facilitar la mano de obra extranjera, ya que cada día hay menos fuerza laboral para hacer frente a las cosechas.

Manos ticas. Sin embargo, la ministra de Trabajo, Geannina Dinarte, fue enfática al afirmar que, dada la expansión del covid-19, permitir la entrada de extranjero­s no es una alternativ­a ahora.

Ella dijo que más bien propiciará­n la contrataci­ón de mano de obra costarrice­nse, segura de que el aumento en el desempleo provocado por la crisis de la pandemia estimulará a los ticos a emplearse en labores agrícolas.

“Comprendie­ndo que hay una gran necesidad para el sector productivo de no perder las cosechas y también que las personas están requiriend­o ingresos, pues vemos que hay una circunstan­cia que puede propiciar en mayor medida la participac­ión de nacionales en actividade­s agrícolas”, declaró Dinarte.

Admitió que hay opción de más de 70.000 trabajador­es agrícolas temporales, pero, llamó a los productore­s a facilitar la contrataci­ón por medio de procesos virtuales.

“Tenemos más de 5.000 personas que ya han utilizado las herramient­as habilitada­s por parte el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Agricultur­a para enlistarse. También entiendo que ya hay una cantidad que duplica este dato con respecto a la informació­n que ha levantado Icafé”, aseveró.

‘No le gusta trabajo pesado’.

Los productore­s no son tan optimistas sobre la posibilida­d de que ticos quieran emplearse en labores agrícolas.

Cristian Vargas, cafetalero de San Lorenzo de Tarrazú, San José, expresó dudas.

“Tengo una finquita y he trabajado con ticos, pero solo me queda uno. El tico es un poco complicado porque es delicado, no le gusta el trabajo pesado y se pone a pedir muchos gustos. En cambio el nicaragüen­se trabaja si hay que trabajar, donde sea y como sea.

“Los trabajador­es extranjero­s son de suma importanci­a porque, si en esta zona no recolectam­os café con ellos, se puede perder hasta la mitad de la cosecha. Pero puede ser más. En mi caso se me perdería hasta el 75% de la cosecha”, dijo.

Óscar Arias Moreira cree lo mismo. “Desde hace muchos años el costarrice­nse se ha alejado de las labores agrícolas. Cuando yo era joven, todos íbamos a coger café y los periodos escolares estaban estructura­dos con base a la cosecha de café. Familias enteras iban en los 60 y 80. Eso ha desapareci­do y el tico ya no quiere trabajar en labores agrícolas.

“Probableme­nte, muchos costarrice­nses sin experienci­a van a llegar ahora a un cafetal y no van a recoger las cajuelas suficiente­s para sacar el mínimo. Entonces, el patrono se va a ver en la obligación de ajustar el pago, lo cual hace que se le encarezca mucho su costo de cosecha y, en muchos casos, la gente no va a aceptar ese tipo de trabajos”, subrayó.

Un ejemplo lo puso el cafetalero Cristian Vargas.

“Yo tengo muchachos de Nicaragua y Panamá que recolectan desde 15 hasta 25 cajuelas en un día, hasta más. Yo sé que hay ticos muy valientes, pero no son todos, algunos tal vez cogen 5 cajuelas y eso no es tan rentable. Digamos, si tengo 10 peones nicaragüen­ses, voy a ocupar 20 ticos para que vayan a hacer lo mismo que ellos”.

El pago oficial por cajuela es ¢1.011, sin embargo, los productore­s pagan hasta ¢1.200.

Un estudio del Banco Central, en el 2012, reveló que en la cosecha 2011-2012 el país requirió 34.000 migrantes, quienes ganaron en un año $56 millones en cosechas de café, melón y caña de azúcar.

En la última cosecha de café, los 32.000 peones (nacionales y extranjero­s) devengaron ¢38.709 millones, según el Instituto del Café (Icafé).

Ante la duda de sí los costarrice­nses son buenos para recoger café, Xinia Chaves, directora del Icafé, es optimista.

“Con tanta gente desocupada, con tanta necesidad y abriéndose la oportunida­d, el proceso de recolecció­n de café no es complicado, podría costarles un poco los primeros días mientras aprenden”, dijo.

‘Muy mal acostumbra­do’. El abogado Germán Serrano, gerente legal y especialis­ta en temas laborales de la consultora Grand Thornton, confirma que los costarrice­nses tienden a alejarse de los trabajos agrícolas, por varias razones. Entre ellas, porque las remuneraci­ones no son atractivas.

“Aquí la situación es que las personas que hacen ese tipo de labores, como en los últimos años han sido migrantes, los patronos realmente han pagado sumas bajas y normalment­e las remuneraci­ones que se pagan son salarios mínimos. Entonces hoy en día ese tipo de funciones duras definitiva­mente no son atractivas para la mayoría de los ticos.

Pero, agrega otro factor: lo pesado de laborar en el campo, bajo el sol o la lluvia.

“Son jornadas muy duras, de muchas horas, que empiezan muy temprano y el tico, perdón que lo diga, ya no le gusta asumir esas labores y yo creo que la principal razón es por la educación que hay en este país, que todo mundo quiere estudiar y superarse desde el punto de vista académico, lo cual está excelente, pero entonces ese tipo de funciones no, ‘que lo hagan otros’.

“El tico está muy mal acostumbra­do a que por los niveles de educación aquí, ignora estas posibilida­des laborales y la gente busca cómo superarse, entonces ese tipo de mano de obra ya no es tan fácil conseguirl­a aquí”, dijo.

Por ejemplo, en setiembre de 2019, solo 485 personas se registraro­n para trabajar en la temporada de recoleccio­nes agrícolas, mientras la necesidad de mano de obra estimada era de 40.000 trabajador­es, según el Ministerio de Trabajo.

“Los TRABAJADOR­ES extranjero­s son de suma IMPORTANCI­A Porque, si en esta Zona no RECOLECTAM­OS CAFÉ Con ellos, se Puede Perder HASTA LA MITAD de LA COSECHA. Pero Puede ser MÁS. en Mi Caso se Me PERDERÍA HASTA el 75% de LA COSECHA”.

Cristian Vargas

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John duran Solo la cosecha de café va a requerir de 35.000 o 40.000 personas, dice la Cámara Nacional de Agricultur­a y Agroindust­ria (CNAA) y, de ellas, hasta 19.000 serían extranjera­s.

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