Dos colombianos culpables en caso de semisumergible
››Foráneos fueron condenados a 12 años de cárcel por tráfico de drogas
Un operativo antidrogas desarrollado en condiciones climáticas adversas y con un mar picado, concluyó con una sentencia agridulce, pues uno de los delitos no se pudo probar, un detenido quedó libre y la vida de un guardaparques baleado nunca volvió a ser igual.
El Tribunal Penal de Osa sentenció a 12 años de cárcel a dos colombianos como culpables de tráfico internacional de drogas. Ambos cayeron en ese operativo que el año pasado impidió el paso de un semisumergible cargado de cocaína hacia el norte.
Los sentenciados son Ceferino Angulo Mosquera, de 48 años y Edison Estupiñán García, de 32, detenidos el 11 de mayo del 2019.
Ambos fueron detenidos en tierra firme luego de encallar la embarcación en que iban con 2.237 kilos de coca en playa Llorona, Corcovado.
Oficiales de diferentes dependencias del Ministerio de Seguridad les dieron seguimiento cuando huían, luego de abandonar el semisumergible de más de 15 metros de largo e impulsado por tres motores fuera de borda.
Con los sudamericanos también fue detenido un costarricense de apellido Caballero, contra quien la Fiscalía no obtuvo prueba suficiente para vincularlo con el cargamento y quedó en libertad.
En menos de un año, las organizaciones de narcotráfico perdieron en nuestras aguas seis lanchas semisumergibles, que son usadas para mover grandes cargamentos tratando de evadir radares y a los guardacostas.
Los estupefacientes tienen como destino México y Estados Unidos, pero un porcentaje pequeño se queda en Centroamérica.
Juzgado firme. El defensor público de los colombianos intentó interrumpir la prisión preventiva dictada contra ellos, pero el Juzgado denegó esa solicitud.
Ante el peligro de fuga, el juez impidió que fueran liberados poco antes de llegar al juicio en que fueron sentenciados el 12 de junio de este año.
Los foráneos no tenían arraigo laboral, domiciliar y familiar, ya que ambos fijaron como domicilio Colombia, país donde dijeron dedicarse a la pesca artesanal. Además, ingresaron de manera irregular a nuestro país.
Otro factor que influyó para no liberarlos era la alta pena de prisión a que se exponían (de ocho a 15 años de cárcel).
Al considerar la magnitud del daño causado a la salud pública, la posible vinculación con organizaciones criminales y la comisión de otros delitos, el Juzgado los sostuvo presos.
Luego de ser condenados, se les amplió la prisión preventiva que descuentan mientras el fallo queda en firme.
El operativo. Cuando un avión de guardacostas norteamericano alertó, la noche del 10 de mayo del 2019, sobre una embarcación sospechosa en aguas internacionales, nuestras autoridades dieron con la lancha semisumergible que, al tratar de evadir a la Policía, quedó encallada.
A partir del hallazgo, los policías empezaron a buscar en la costa a los tripulantes que abandonaron la nave y huyeron por un área montañosa protegida, en la que no se permite el acceso a terceros.
Según informó el Ministerio de Seguridad, la noche del 11 de mayo, los sujetos en fuga fueron divisados por la Policía.
Al darles la voz de alto, “los sujetos empezaron a disparar en contra de los uniformados, impactando a uno de los guardaparques”, dice el comunicado del Ministerio de Seguridad.
El herido fue identificado como Carlos Andrés Ugalde Carmona, funcionario del Sistema Nacional de Áreas de Conservación.
Esa misma noche se hicieron todas las coordinaciones respectivas entre el Ministerio de Seguridad Pública y Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) para trasladarlo; sin embargo, las condiciones climáticas que imperaban imposibilitaron el rescate tanto de forma aérea como marítima.
Fue hasta la mañana siguiente que se le pudo llevar en lancha hasta Drake, y de ahí en avioneta hasta el Hospital
México, donde fue intervenido quirúrgicamente.
En esa acción Angulo y Estupiñán fueron detenidos. En la lancha, además de la droga, había un mecanismo de posicionamiento satelital o GPS, usado para la navegación, combustible y varios celulares.
Ni arma, ni proyectil. La Fiscalía de Osa indicó que no fue posible vincular a los imputados con la tentativa de homicidio, ya que durante la detención no se encontró ningún arma de fuego o algún indicio balístico.
Por lo anterior, pese a que atentaron contra la vida del guardaparques, el caso se investigó exclusivamente por tráfico de drogas.
El expediente del caso (19000260-0455-PE) dice que ”...en horas de la noche de ese mismo día, los acusados se presentaron a una de las oficinas policiales, siendo que uno de ellos disparó e hirió de gravedad a un funcionario del Sistema Nacional de Conservación del Área Silvestre”.
Esa atribución no pudo ser demostrada y los sujetos se salvaron de penas que van entre 5 y 35 años por tentativa de homicidio.