Los restaurantes afroamericanos se mantienen a flote
››Locales han sufrido con mayor severidad la crisis por la pandemia
NUEVA YORK. AFP. Una larga fila se repite frente al Southwest Soda Pop, una tienda de bebidas de Washington que se mantiene a flote gracias a la ola de solidaridad con restaurantes gerenciados por afroamericanos, una comunidad especialmente afectada por la pandemia de coronavirus.
“Hemos pasado de 30 clientes por semana a más de 300. Es una locura”, comenta eufórica Andrea Jones, hija del dueño de Southwest Soda Pop.
El comercio, que tuvo que cerrar debido a la pandemia, enfrentaba problemas financieros hasta que la joven negra de 21 años pidió ayuda en Twitter, el día previo a una gran manifestación contra el racismo en la capital de Estados
Unidos. Su mensaje se retransmitió casi 30.000 veces.
Las iniciativas comerciales y mediáticas para apoyar a restaurantes afroamericanos se han multiplicado a raíz del movimiento contra el racismo que tomó fuerza tras la muerte de George Floyd, un hombre negro asfixiado por un policía blanco el 25 de mayo.
Una de estas iniciativas la encabezó Uber Eats. El 4 de junio, la aplicación lanzó un filtro para promocionar los restaurantes de propietarios afroamericanos en varias ciudades de Estados Unidos y Canadá, eliminando el costo de envío para estos negocios.
Numerosos estudios muestran que los empresarios afroamericanos, en especial en servicios gastronómicos, han sufrido con mayor severidad la crisis causada por la covid-19.
“Hemos perdido todas las fuentes de ingresos que podíamos perder”, dice emocionado Oji Abbott, propietario del restaurante de comida Oohh’s and Aahh’s en Washington.
Sobre la calle U, cerca de la prestigiosa Universidad Howard, un centro de estudios vital para la comunidad negra, el establecimiento sufrió la caída estrepitosa del flujo de estudiantes y turistas durante el confinamiento. Una tragedia comercial a la que se sumó el freno en la entrega de comida.
Ni el Ben’s Chili Bowl, un punto de encuentro histórico de la comunidad negra en la capital estadounidense que contaba con Martin Luther King entre sus clientes habituales, se salvó de la hecatombe y durante el confinamiento registró una caída de más del 80% en su facturación .
“Las empresas afroamericanas tienden a ser más pequeñas y tienen márgenes de ganancia más estrechos. Tienen mayores restricciones crediticias, y por lo tanto, son más vulnerables en caso de recesión”, dijo Sifan Liu, analista del centro de investigación
Washington Brookings.
Entre febrero y abril de 2020, el 41% de las pequeñas y medianas empresas (PYME) creadas por afroamericanos en Estados Unidos desaparecieron debido al coronavirus, según un estudio de la Oficina Nacional de Investigación económica publicado en junio. Durante el mismo periodo, solo el 17% de las pymes fundadas por empresarios blancos se derrumbaron.
Difícil acceso al financiamiento. Al igual que muchos empresarios negros, los jefes de Ben’s Chili Bowk y Oohh y Aahh fueron excluidos de la primera ola de prestamos del programa de asistencia a las PYME que el gobierno de Donald Trump lanzó en abril.
Inicialmente “el programa se apoyó en las principales instituciones financieras para distribuir los préstamos, lo que favoreció a los clientes de los grandes bancos. Como los empresarios negros en muchos casos no tienen ni financiamiento ni fondos suficientes, no tenían relaciones preexistentes (con los bancos) lo que los dejaba con menos posibilidades de acceder a estos créditos”, dice Sifan Liu.