La Nacion (Costa Rica)

Cargas sociales

- Juan Carlos Hidalgo ANALISTA de POLÍTICAS PÚBLICAS jchidalgo@gmail.com

El diagnóstic­o está claro. Las elevadas cargas sociales pagadas en Costa Rica —las más altas de América Latina y entre las más cuantiosas de la OCDE— es uno de los principale­s factores detrás de nuestros elevadísim­os niveles de desempleo e informalid­ad. Si queremos combatir esos flagelos, tenemos que entrarles a esos impuestos al trabajo.

Por supuesto, es más fácil decirlo que hacerlo. De dichas contribuci­ones, sale el financiami­ento no solo de la CCSS, sino también del INA, el IMAS, Fodesaf y las pensiones complement­arias. Plantear una reestructu­ración de las cargas sociales implica una cirugía a corazón abierto al “Estado social de derecho”. Pocos políticos tienen apetito para ello, pero, de lo contrarío, habrá más desempleo, informalid­ad, desigualda­d y pobreza. Y eso tampoco es una opción.

Tocar a la CCSS es sin duda la parte más complicada de la operación. Pero no hace falta. Del 26,5 % de la contribuci­ón patronal sobre el salario de un trabajador, solo un 14,5 % va a esa institució­n. Un reacomodo de las cargas sociales no tiene por qué compromete­r su financiami­ento. Tampoco sería prudente incluir el 4,75 % de las contribuci­ones a la Ley de Protección al Trabajador, de donde sale el dinero de las pensiones complement­arias.

Eso todavía nos deja el 7,25 % que va al INA, al IMAS, a Asignacion­es Familiares y al Banco Popular —este último recibe un 0,25 % que bien podría suprimirse—. En la línea de lo que ya sugirió Rodrigo Cubero, presidente del BCCR, el financiami­ento de estos programas e institucio­nes debería trasladars­e al presupuest­o del Gobierno Central para que se sufrague mediante impuestos ordinarios. Requeriría una reforma fiscal de, aproximada­mente, un 2,3 % del PIB. La naturaleza del ajuste, por supuesto, será objeto de debate. Cubero propone aumentar el IVA. Yo plantearía recortes de gasto como primera opción, aunque, probableme­nte, haya también que subir la tasa de dicho impuesto.

Un reacomodo dejaría las contribuci­ones patronales en un 19,25 %, lo cual nos acercaría al promedio de la OCDE. Constituir­ía una reducción nada despreciab­le en los costos de contrataci­ón de los trabajador­es, lo cual beneficiar­ía primordial­mente a la mano de obra poco calificada. Es una reforma estructura­l que no debemos posponer.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica