Diez cantones son vulnerables a virus y a sufrir inundaciones
Los casos de covid-19 van en crecimiento en momentos en que también las fuertes precipitaciones comienzan a causar emergencias.
El problema es que ambas situaciones, contagios y desastres, parecieran compartir espacio en diez cantones, según un estudio del Programa Estado de la Nación (PEN).
Según el análisis, estas son áreas vulnerables a los embates de la estación lluviosa, como inundaciones, deslizamientos y tornados, y además, tienen un número mayor de casos de covid-19.
Ese es el caso de Desamparados, Alajuela, San José, Puntarenas, Cartago, San Carlos, Aserrí, Pococí, Limón y La Unión.
Incluso, el reporte señala que cuatro de los siete municipios con más contagios están entre los de mayor número de eventos hidrometeorológicos: San José, San Carlos, Alajuela y Desamparados, cita el documento.
También se destaca, por ejemplo, que Desamparados es el cantón que más desastres por condiciones meteorológicas presenta y, a su vez, ocupa el cuarto lugar en incidencia por covid-19. Este martes dicho cantón josefino acumuló 16 casos nuevos y tiene un total de 144 activos.
San José es otro cantón al que debe ponérsele atención, ya que es el que más casos presenta (34 nuevos este martes y 321 activos) y, además, ocupa el tercer lugar en emergencias por lluvias.
“Tanto la covid-19 como la temporada de lluvias pueden generar pérdidas conjuntas en vidas, salud, empleo y economía, que afectarán de manera diferenciada los territorios”, argumenta el PEN.
Sitios sensibles. Como detalla el Programa, son comunidades cuyas características las hacen muy vulnerables frente a estos problemas de diferente causa y que, por lo tanto, requieren abordajes distintos.
“Alta densidad poblacional en algunos casos, problemas de vivienda y hacinamiento, pobreza, informalidad, malas condiciones laborales, desorden territorial, cambios de uso del suelo y actividades productivas que no dan prioridad a la reducción de riesgos, tanto ambientales como de su población trabajadora.
”Todos estos aspectos pueden favorecer tanto el alto impacto de los desastres como la expansión de los contagios”, afirma el estudio, coordinado por el investigador Leonardo Merino.
Las que habitan estas áreas son poblaciones con limitadas capacidades para el confinamiento o para quedarse en casa, precisamente derivadas de su situación socioeconómica, de vivienda y de trabajo.
Los sitios vulnerables ya se habían mostrado como los más golpeados por la segunda ola de la pandemia.
La mayoría de estas regiones aparecen con baja calificación en el Índice de Desarrollo Social Cantonal. San Carlos, por ejemplo, tiene un índice de 44, donde el 100 de Escazú es el mejor. Puntarenas tiene 40 puntos, Pococí 36, y Limón 26.
Desamparados tiene un mejor nivel, con 72 puntos, pero allí conviven familias de diferentes condiciones sociales.
Los funcionarios de la Universidad de Costa Rica (UCR) no recibirán el aumento salarial correspondiente a este año, de acuerdo con una decisión anunciada este martes por la Rectoría de esa casa de enseñanza.
El dinero previsto para el incremento sería destinado a financiar becas para estudiantes, de acuerdo con la resolución R-171-2020, de este 30 de junio. Así lo indica un comunicado de prensa.
De esta forma, el monto del ajuste salarial por incremento del costo de vida se inyectará al sistema de becas de atención socioeconómica, precisó la UCR.
La Universidad tiene casi 9.800 funcionarios, la mayor parte de ellos, docentes. El 53% de los trabajadores gana más de ¢1 millón.
Entre los considerandos que detalló la Rectoría para su decisión, cita que el Banco Central prevé una inflación acumulada negativa (-0,22 %) a mayo anterior y que los pronósticos de ese mismo indicador seguirán a la baja.
Incluso, agrega la UCR, el Central calcula que en los próximos dos años la inflación se situará por debajo de la meta trazada por su Junta Directiva.
Sin embargo, si al concluir el 2020, el porcentaje de inflación acumulada es positivo, la UCR sí aumentaría el salario de sus trabajadores en el 2021 con base en el posible repunte del costo de vida este año.
La decisión responde a ajustes de las autoridades universitarias para garantizar la subsistencia económica de la UCR, en medio del impacto a las finanzas de instituciones estatales por la pandemia.