Estudios de alumnas embarazadas en la crisis corren peligro
Dos veces la orientadora Guadalupe Pita ha convencido a una alumna que retome las clases a distancia en el Liceo Rural Salitre, en Buenos Aires de Puntarenas, luego de que ella desertara en dos ocasiones en lo que va de la pandemia.
La primera vez que la estudiante de 17 años se salió de las clases fue durante las primeras semanas del apoyo pedagógico a la distancia, que comenzó el 17 de marzo.
“La muchacha inició con clases virtuales, pero llegó un momento en que desertó y no volvió a mandar los trabajos. La llamé y me dijo que no podía continuar porque no tenía acceso a Internet y se le dificultaba para descargar los trabajos”, relató Pita.
Después de vacaciones de 15 días, en julio, la joven volvió a desertar, pero esta vez contó que dejó los estudios por que está embarazada. Hoy tiene tres meses de gestación.
“Ella dijo que por su embarazo se le dificultaba continuar. Hemos tratado de trabajar en la Alerta Temprana, ella no recibe ningún tipo de ayuda educativa por hacer sido aplazada varios años”, relató la orientadora.
La alumna comentó que ahora tiene una pareja mucho mayor y es él quien le recarga el teléfono celular prepago para que se mantenga estudiando y reciba el material. La orientadora hizo la denuncia al Patronato, pues se trata de una relación impropia.
De 90 estudiantes que tiene el Liceo Rural Salitre, hay 14 alumnas que son madres adolescentes y uno padre adolescente.
La Alerta Temprana es una herramienta del MEP para evitar la exclusión de alumnos del sistema educativo. Esta fue reforzada por la pandemia debido a la amenaza de que esta emergencia sanitaria aumente la deserción de alumnos.
Según datos del Ministerio de Educación Pública (MEP), en lo que va de la pandemia no se tiene información de 8.000 alumnos, según reveló un censo preliminar que se realiza en todos los centros educativos del país.
Drama. La orientadora Pita también intenta que una niña de 14 años tampoco abandone las aulas. La situación de esta menor, que vive en una comunidad indígena, es todavía más dramática.
Ella tiene un bebé de 8 meses y tres hermanos a los que debe ayudar con sus tareas y trabajos, en medio de sus carencias, ya que la mamá de ellos no sabe leer ni escribir.
La niña fue víctima de una violación y pasa por una depresión. El caso ya fue denunciado a la Fiscalía y al PANI.
“Lo que hacemos es que ella me manda un mensaje para que le devuelva la llamada. Así, resuelve dudas con los profesores y, cuando puede recargar, los llama. No quería continuar porque no tenía los medios económicos”, dijo Pita.
“ELLA DECÍA QUE No SABÍA CÓMO CONTINUAR. SE LE DIFICULTABA RECIBIR CLASES VIRTUALES, No TENÍA SALDO EN Su TELÉFONO CELULAR PREPAGO PARA PREGUNTAR Y ACLARAR dudas. debe AYUDARLE A SUS HERMANOS, Cuidar AL bebé Y CONTINUAR SUS Estudios”. Guadalupe Pita orientadora
Relación impropia. La denuncia de Leonela Segura, docente de Matemáticas del Liceo Rural San Joaquín en Cutris, en San Carlos, hizo que una menor de 16 años fuera devuelta a su hogar por ser víctima de una relación impropia.
Ella está embarazada de tres meses y permanecía juntada con un primo hermano, quien es mayor de edad.
Pensaba dejar los estudios por su condición de embarazo y dejó de preguntar por las asignaciones y mostrar interés, señales que alertan sobre una posible desvinculación con los estudios.
Fue la hermana de esta joven quien alertó a la docente del embarazo de la menor.
“Ella me dijo que estaba preocupada porque su hermana se había ido de la casa. Yo le dije a ella que tenía que aplicar los protocolos, que no la podía dejar viviendo con el muchacho. La Fuerza Pública la recogió y la devolvió a hogar”, contó la docente.