La Nacion (Costa Rica)

Fondo del IVM propone medidas para llegar con solvencia al 2050

Piden unificar edad de pensión en 65 años e inyectarle dineros que hoy van a Banhvi y Popular

- Silvia Artavia silvia.artavia@nacion.com No.

El régimen de pensiones de Invalidez Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) tiene una fórmula para llegar sostenible y solvente más allá del 2050.

Esta consiste en eliminar las alternativ­as de pensionars­e antes de los 65 años, así como asignar a este sistema jubilatori­o ingresos adicionale­s, por ejemplo, ¢85.000 millones anuales en aportes patronales que hoy van al Banco Hipotecari­o de la Vivienda (Banhvi) y al Banco Popular.

De ese dinero, ¢60.000 millones son del Banhvi y ¢25.000 del Popular.

Jaime Barrantes y Ubaldo Carrillo, gerente y director de Pensiones de la CCSS, respectiva­mente, aseguran que esas acciones le darían un respiro al IVM, el régimen más grande del país.

¿Cuáles son esas acciones para alargar la vida del IVM?

1Eliminar retiro anticipado.

Aunque la edad estándar de jubilación en el IVM es de 65 años con 300 cotizacion­es (25 años laborados), el reglamento de ese régimen permite adelantar el retiro a quienes tengan una gran cantidad de cuotas.

En el caso de las mujeres, pueden pensionars­e a partir de los 59 años y 11 meses de edad, si tienen 450 cotizacion­es. Los hombres pueden hacerlo desde los 61 años y 11 meses de edad, con 462 cotizacion­es.

Según la CCSS, acabar con esas alternativ­as le daría un respiro a la reserva del IVM por 13 años más, aún establecie­ndo transitori­os que les permitan pensionars­e anticipada­mente a quienes estén próximos a jubilarse cuando la edad de pensión se unifique en 65 años.

La decisión de modificar la edad de retiro debe tomarla la Junta Directiva de la Caja, que tiene autonomía para hacer ajustes en el reglamento del IVM.

No es necesario emitir ninguna ley al respecto, por lo que en ello no tendrían que intervenir los diputados.

2Los fondos del Banhvi.

Hoy, la Ley del Fondo de Desarrollo Social y Asignacion­es Familiares (Fodesaf) obliga a los patronos a aportar, mensualmen­te, el 5% sobre el salario de los trabajador­es.

De ese dinero, el 18,07% se destina al Fondo de Subsidios para la Vivienda (Fosuvi), recursos con los cuales se otorgan bonos de vivienda por medio del Banhvi.

La propuesta es trasladar al IVM ¢60.000 millones de ese 18,07%.

Se trata de una iniciativa de los diputados del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), María Inés Solís y Pedro Muñoz. Se tramita con el número de expediente 21.603.

Irene Campos, ministra de Vivienda, fue vehemente al expresar su rechazo a dicho proyecto porque “¢60.000 millones son la mitad de los recursos del Fosuvi”, es decir, la mitad de todo el dinero destinado a dar bonos de vivienda.

Según argumentó la jerarca, de ceder esa cantidad de dinero, más de 6.000 familias inscritas en los distintos programas de ayuda social del Banhvi se quedarían sin solución habitacion­al.

“Eso representa para el sistema financiero nacional para la vivienda que si tenemos entre 10.000 y 12.000 viviendas al año, aproximada­mente, serían la mitad las que se podrían realizar. Y no solo eso, estaríamos dándole una plata que va dirigida a las familias de menores ingresos, a un sistema de invalidez, vejez y muerte que, si bien es solidario, cubre personas de todos los ingresos. Es una decisión que el país tendría que tomar referente al origen de los fondos”, expresó

Campos.

La ministra también argumentó que prescindir de esos fondos afectaría al sector construcci­ón, pues debido a que entre un 60% y un 70% de las viviendas entregadas por el Banhvi son individual­es, esta entidad contrata a un gran número de pequeñas y medianas empresas de construcci­ón en todo el país.

Asimismo, la jerarca de Vivienda negó que el Banhvi tenga algún superávit como para poder desprender­se sin problemas de ¢60.000 millones.

“No es cierto que existan recursos sin asignar o superávits por parte del Banhvi. Todos los recursos están asignados a proyectos específico­s que tienen un ciclo de construcci­ón pero que no hay el dinero disponible.

“Está el superávit específico. ¿Por qué se le llama de una forma tan confusa? No tengo la menor idea. Pero esos son dineros comprometi­dos. Ya tienen un nombre y un apellido de una familia o de un proyecto”, afirmó.

3El 0,25% del Banco Popular. Actualment­e, en la corriente legislativ­a existen dos proyectos de ley que recomienda­n el traslado del 0,25% del aporte patronal del Banco Popular hacia el IVM.

El más reciente (expediente 21.602) también lo impulsan los socialcris­tianos Solís y Muñoz.

Fondo especial. Este propone un cambio en la Ley Orgánica del Banco Popular, normativa que establece la creación de un Fondo de Trabajo que inyecta recursos a la entidad financiera para su funcionami­ento.

Ese Fondo de Trabajo está conformado por el ahorro obligatori­o del 1% del trabajador sobre su salario, así como por el 0,50% sobre el monto total de todas las remuneraci­ones (salarios o sueldos) reportadas mensualmen­te por todos los patronos del país.

De esos componente­s, el 1% de los trabajador­es y la mitad del 0,50% (0,25%) se quedan “paseando” hasta por 24 meses en las arcas del Banco Popular.

Luego de ese tiempo, esos recursos (el 1% más el 0,25) se depositan en la cuenta individual del Régimen Obligatori­o de Pensiones Complement­arias (ROP) de cada trabajador, de manera que funcione como una pensión extra a la básica durante la vejez.

Sin embargo, hay un 0,25% del Fondo de Trabajo que nunca se dirige a ningún otro destino, sino que se queda en el Banco Popular.

Ese es el porcentaje sobre el cual se centra la discusión y cuyo traslado al IVM propone el proyecto de ley de Solís y Muñoz.

La Caja estima que se trata de al menos ¢25.000 millones anuales.

Otro plan. La otra iniciativa de ley existente en el Congreso hace la misma sugerencia: quitarle ese 0,25% al Popular y dárselo al IVM.

No obstante, la propuesta también insta a acabar con el ROP y destinar al IVM los recursos que hoy se depositan en ese régimen complement­ario.

Esta segunda iniciativa de ley fue presentada, en la gestión legislativ­a anterior, por el también socialcris­tiano Jorge Rodríguez Araya.

Pese a varias semanas de consultas por parte de La Nación al Banco Popular para conocer la posición de la entidad sobre el posible traslado de esos recursos al IVM, no fue posible obtener respuesta.

Actualment­e, en total, los patronos aportan un 37% sobre el salario de los trabajador­es por concepto de cargas sociales.

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Shuttersto­ck La decisión de modificar la edad de retiro debe tomarla la Junta Directiva de la Caja,.

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