‘Hambre y desesperanza’
Wendy García está cerca de perder la vivienda donde habita con sus dos hijos, un universitario de 18 años y una niña de 12. Ninguno de ellos recibe pensión de su padre. La vecina de Aserrí afirmó que sostiene las necesidades básicas de su hogar con tarjetas de crédito, ya que no ha recibido bono Proteger. “He sobrevivido a puras tarjetas de crédito y ya estoy ahogada, no tengo de dónde más sacar. Imaginate las deudas que puedo tener en este momento”, afirmó la jefa de hogar. La reactivación del cobro de las cuotas del préstamo ahora tienen a Wendy desesperada, ante la posibilidad de perder el techo. “Durante muchos años trabajé turnos dobles para poder dar una prima y comprarme una casa. Entregué la prima y resulta ser que estoy a punto de perderlo todo, voy a perder mi casa”, exclamó. La mujer, de 40 años, ha buscado empleo en restaurantes, comercios y empresas de servicio, pero ni siquiera la han llamado para una entrevista de trabajo. Ella tiene más de 25 años de experiencia en el gremio de bebidas y alimentos. No obstante, también optó por recoger café con tal de tener algún ingreso, pero mostró un mensaje para evidenciar que tampoco le respondieron. “Es una incertidumbre total, no existe ni una posibilidad de encontrar trabajo. A parte de eso yo lidio con la edad que tengo, de 40 años. Estoy un escalón por debajo de otras personas por ser mayor y también por ser mujer. “La pandemia nuestra es el hambre y la desesperanza”, afirmó García.