Auditoría del MOPT critica demoras en vía Paquera-playa Naranjo
››Proyecto de 21 kilómetros debió haber estado listo en junio del 2019
Fallas en la planificación del proyecto explican, en buena medida, los atrasos en la construcción de los 21 kilómetros de carretera entre Paquera y playa Naranjo, en la península de Nicoya
A esa conclusión llegó la Auditoría Interna del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), que revisó los llamados días compensables, que son aquellos días adicionales que se le darán a la empresa para entregar la obra.
Según la Auditoría, un 65% de los días que han sido aprobados como compensables correspondieron a actividades que debieron contemplarse en la etapa de planificación del proyecto. Específicamente, ese plazo obedece a atrasos en el traslado de los servicios públicos.
En el caso de las líneas de electricidad y alumbrado público, las demoras en reubicación de postes y cableado generaron 99 días compensables a la constructora a cargo.
La reubicación de tuberías de Asociaciones administradoras de los Sistemas de Acueductos y Alcantarillados comunales (Asadas), entretanto, implicaron 86 días adicionales al plazo de ejecución estipulado.
Incluso, señala el informe, cuando se realizó la inspección se observaron “muchas tuberías” pendientes de reubicar, las cuales, en algunos casos, estaban expuestas a la orilla del camino.
Tomás Figueroa, viceministro de Infraestructura y quien fue el encargado de la unidad ejecutora del Programa de Infraestructura de Transportes (que lleva adelante esta y otras obras), rechazó las críticas de la Auditoría, pues no considera que la falta de planificación motivara la mayor parte de los atrasos.
“En relación con la relocalización de servicios, se tendría que rechazar categóricamente la afirmación de que esto se deba a falta de planificación. Con la empresa encargada de la relocalización de los servicios de telecomunicaciones y electricidad que es Coopeguanacaste se empezó a coordinar mucho tiempo antes del inicio de las obras y la respuesta de ejecución de dicha relocalización fue sumamente lenta”, afirmó Figueroa.
Asimismo, aseguró que se procuró agilizar esos traslados, pero no fue posible.
No obstante, de acuerdo con la Auditoría, el contrato entre la cooperativa eléctrica responsable y la constructora Azvi para la ejecución de esa labor se firmó el 6 de noviembre del 2018, dos meses después de iniciado el proyecto, que comenzó en setiembre de ese año.
Coopeguanacaste, por su parte, también se sacudió de la responsabilidad y aseguró que las obras las realizaron conforme a los requerimientos según se iban liberando los tramos.
“En el proyecto en mención, la liberación de sitios para la instalación de postes es una actividad cuya responsabilidad no fue de la Cooperativa y por consiguiente rechazamos las afirmaciones de la publicación atribuidas al informe de la Auditoría Interna del MOPT.
“Coopeguanacaste realizó las reubicaciones de manera diligente, conforme las actividades de expropiación, consolidación de terrenos, y otras, fueron realizadas por las distintas empresas involucradas en el proyecto”, indicaron por medio de un correo electrónico ante la consulta de La Nación.
La empresa añadió que para remover e instalar las líneas es necesario que el lugar donde se vaya a instalar el tendido tenga su suelo debidamente conformado, esté en vía pública o cuente con los permisos respectivos, entre otros.
El proyecto. Originalmente, la fecha de entrega del proyecto era julio del 2019, es decir, ya cumplió un año de atraso.
La obra tiene un costo de $27 millones y es financiada con recursos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como parte del Programa de Infraestructura del Transporte (PIT).
La carretera que une dos de las principales localidades en la península ha sido esperada por más de una década por los vecinos y transportistas, debido a que les evitaría tener que depender del ferri para trasladarse.